Peritajes de PGR y FBI: fue accidente

Peritajes de PGR y FBI: fue accidente
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Por David Saúl Vela

david.vela.razon@gmail..com

Las conclusiones de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) en torno a la muerte de Paulette Gebara se sustentan en cuatro puntos que se trató de un accidente:

El deceso ocurrió entre la noche del 21 de marzo y la madrugada del lunes 22 de marzo, en su domicilio ubicado en el fraccionamiento Porto Vitta, en Interlomas, Huixquilucan, Estado de México.

Su fallecimiento fue accidental, al desplazarse por sí misma y quedar atrapada, por debajo de las sábanas y cobijas, entre el colchón y la base posterior de su propia cama.

Una vez en el lugar, Paulette no tuvo la fuerza para salir, por lo que se asfixió y su cuerpo no fue movido del lugar donde murió, en los nueve días posteriores.

Así lo explicó en conferencia, Alfredo Castillo, encargado del despacho de la PGJEM, al dar a conocer lo que ahora sí parece ser el cierre definitivo del caso.

Reveló que la dependencia mexiquense abrió desde ayer el sitio web www.transparenciapaulette.com, para responder, con documentos oficiales, videos y fotos, a las 44 preguntas más frecuentes del caso.

Explicó que las conclusiones no han sido refutadas por ninguna de las instituciones que colaboraron en las periciales, entre ellas la PGR, el FBI y las procuradurías de Nuevo León y la del DF, además del Tribunal Superior de Justicia del DF.

Castillo justificó los errores al advertir que en los primeros cinco días del caso, las investigaciones iban encaminadas a un secuestro, robo o a la sustracción de la menor.

Sin embargo las inconsistencias y contradicciones obligaron el 29 de marzo a cambiar el curso de la indagatoria por un homicidio.

Con el hallazgo del cuerpo, a las 22:30 horas del 30 de marzo se determinó que la niña tenía una cantidad inusitada de alcohol en la sangre por lo que aseguró que se trataba indudablemente de un homicidio.

Pero los peritajes posteriores, determinaron lo contrario, dijo Castillo, quien explicó que se acreditó que en la cama había residuos biológicos, orina, de Paulette que tenía correspondencia con la posición de su cuerpo, el cual nunca fue movido.

“Se puede afirmar eso en el entendido de que los peritos forenses han acreditado que la falta de livideces de los puntos de contacto, en rodillas, brazos y nariz, que eran los puntos con los Paulette tenía con el colchón, nos dejan ver que ahí estuvo todos estos días”, explicó.

Dijo que la PGR acreditó que la baba de la menor estaba donde la acostaron y de manera intermitente en otros puntos de la cama “que nos dejan ver el desplazamiento que tuvo por sí misma”.

De hecho aseguró que la niña estaba en capacidad, pese a sus limitaciones, de moverse por sí misma en la cama, subir escaleras o pegarle a una piñata.

Los pormenores del caso Paulette

La procuraduría de Justicia del Estado de México presenta en internet respuestas a las 44 preguntas más frecuentes del caso, con las que argumenta que la muerte de Paulette Gebara Farah fue un accidente y asegura que las indagatorias están cerradas.

Conclusiones:

La Procuraduría mexiquense dio a conocer ayer en conferencia de prensa que la niña Paulette:

»No pudo salir. Una vez que quedó atrapada necesitaba tres veces sus fuerza para poder salir del lugar.

»¿Pidió ayuda? No se ha podido determinar si gritó, y de haberlo hecho nadie la escuchó porque quedó debajo de las cobijas y con la mano dentro de la boca.

»Alcohol. Se estableció, con exámenes de laboratorio, practicados por el FBI, que la presencia de 133 miligramos de alcohol por cada 100 de sangre se debe “al proceso natural de descomposición”.

»El olor. No olía a putrefacción porque la niña pesaba 15 kilos y no tenía mayor cantidad de grasa en su cuerpo. Además de que los nueve días estuvo en un lugar cerrado, a 19 grados centígrados, y las cobijas hicieron una especie de embalsamado.

»Los perros. Los caninos no fallaron, pues se les pidió encontrar a una niña viva, y no a un cadáver.

»Tendido de cama. Érika y Martha, quienes tendieron la cama el jueves y sábado posteriores a la desaparición, sólo extendieron y corrieron las cobijas de la cama, nunca la tendieron bien.