Que puja de papamóvil tuvo aval de Nunciatura

La Arquidiócesis de México culpó a la Nunciatura Apostólica y a la Conferencia del Episcopado de haber avalado la subasta de dos de los papamóviles que usó el Papa Francisco durante su visita a México, en febrero de este año, para entregar lo recaudado a una ONG que destina seis de cada 10 pesos de los donativos que recibe en salarios y gastos administrativos.

La Arquidiócesis advirtió a La Razón, a través de su vocero, Hugo Valdemar, “no tener vela en el entierro”, y que “es un tema de la Nunciatura que se supone dio un certificado, que al parecer no hay tal; además de la Conferencia Episcopal, que hicieron el trato con estas empresas que prestaron estos vehículos para el Papa (Francisco)”, durante su visita a México en febrero de este año.

A la pregunta de si la Iglesia católica tomará alguna medida a partir de este momento para una subasta de índole papal, o si solicitarán investigar a alguna institución, contestó: “A nosotros no nos toca opinar de ese asunto, porque eso más bien tiene qué ver con dos instancias: En primer lugar la Nunciatura Apostólica, y en segundo lugar la Conferencia Episcopal, pero en la Arquidiócesis no entra nuestra opinión, porque ‘no tenemos vela en el entierro’”.

Asimismo, descartó que la imagen de la Iglesia católica se vea afectada.

“No. Repito, porque es una cosa muy concreta que tiene que ver con estas dos instancias”, añadió.

El 24 de noviembre este diario publicó que Valdemar aceptaba esta subasta y la calificó como una “cosa espontánea” y que no es la primera vez que se daba.

Agregó en esa entrevista que “nunca la Iglesia católica se ha opuesto a este tipo de prácticas, porque no es de lucro, sino es con un fin positivo de ayudar a alguna institución de beneficencia”.

En tanto, la subasta papal se aplazó sin un fecha concreta para su realización, reveló Héctor Mena, director general de la concesionaria Autopolanco, donde se llevaría a cabo la subasta.