Rechaza exrector ser parte del FAD

El exrector Juan Ramón de la Fuente advirtió no estar dispuesto a ser parte del Frente Amplio Democrático (FAD), el cual construye el Partido de la Revolución Democrática (PRD), si éste es anti-Andrés Manuel López Obrador y anti-Revolucionario Institucional (PRI).

“Un frente no puede ser anti-AMLO, eso sería otro un error garrafal. ´Vamos a hacer un Frente anti-PRI´, por supuesto que conmigo no cuenten. ´Vamos a hacer un Frente anti-AMLO´, conmigo no cuenten. Los frentes no son antis, los frentes son pro en cosas y al que se quiera sumar, que se sume”, dijo al participar en la escuela de verano realizada por el sol azteca.

Enfatizó estar “n contra de los antis” y señaló –frente a la secretaria general del PRD, Beatriz Mojica– que no le gusta la idea de construir un frente, porque “me parece que queda como una suerte de ejercicio estrictamente electoral. El nombre mismo me parece desafortunado, porque no se trata de ganar una elección, sino de cambiar el orden político, económico y social del país”.

Ello después de que perredistas señalaran que lo invitarán a que sea parte del FAD y hasta que lo pueda encabezar para las elecciones presidenciales del próximo año.

El académico también señaló que la única forma de generar un contrapeso para evitar fragmentaciones en los comicios de 2018 son los esquemas de coalición, pero comentó que no es sencillo conformarlos, ya que no ve voluntad política en la “mayoría de los partidos” debido a los intereses que hay de por medio.

“Una coalición es muy distinto a una alianza. Una alianza electoral es ponernos de acuerdo a ver si ganamos la elección en tal municipio y esas alianzas no han servido de mucho. Me parece que no sirve de nada. Lo otro es vamos a armar  un gobierno de coalición con estos puntos en los que coincidimos, pero sobre todo en los que puede coincidir mucha gente. No es armar una alianza electoral, sino un proyecto de coalición al que se sume una mayoría”, comentó.

Durante este encuentro, afirmó  que la izquierda tanto en México como en otros países perdió el discurso, por lo que sugirió recuperarlo y, además, darle humanismo a la política para que ésta no sea fría ni distante, sino reconozca que cada persona tiene un nombre, apellido, amigos, pareja e identidad.