Refugios cierran sus puertas por pandemia

Refugios cierran sus puertas por pandemia
Por:
  • larazon

Organizaciones de la sociedad civil ven con preocupación cómo los migrantes que no han logrado salir del país por la frontera con Chiapas han tomado la decisión de regresar a los albergues que, hasta el momento, fueron cerrados debido a las medidas que buscan evitar el hacinamiento.

La situación se agrava porque los asilos en la entidad han comenzado a quedarse sin alimento, pues los apoyos de organizaciones no gubernamentales también fueron suspendidos por la crisis sanitaria.

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Por ejemplo, el albergue Jesús, El Buen Pastor, en Tapachula, Chiapas, ya no tiene espacio para recibir a más migrantes de Centroamérica y la dueña, Olga Sánchez, aseguró: “estamos preocupados porque nos hemos quedado sin alimentos. A través de reservas sociales estamos pidiendo apoyos porque esta población es vulnerable, más ahora que está la situación complicada por la pandemia”.

La titular de este refugio ha tenido que vender pan para poder sostener la situación, a la que se suma la falta de insumos básicos, como artículos de limpieza.

En la actualidad, este albergue, que llegó a asilar a hasta 400 personas, cuenta con una población de 200 migrantes, quienes han sido distribuidos en espacios estratégicos para limitar la convivencia, ya que a raíz de la emergencia sanitaria han tenido que tomar medidas extraordinarias.

Tras el cierre de la frontera entre Guatemala y México, muchos migrantes que quisieron volver a casa quedaron varados, sin que alguna autoridad se encargue de ellos, denunció Irineo Mujica, director de Pueblos sin Fronteras.

“Lo peor de la pandemia es que no sólo sufren de alimentos, sino que cada vez carecen de otras cosas, pues están varados en distintos puntos y nadie los atiende ni se cumplen las reglas sanitarias”

Irineo Mujica

Director de Pueblo sin Fronteras

Así, los indocumentados deambulan por las calles de los municipios de Tapachula, Arriaga y Tonalá, enfrentándose a los pobladores que temen ser contagiados de coronavirus y huyendo de las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM).

“Lo peor de la pandemia es que no sólo sufren de alimentos, sino que cada vez carecen de otras cosas, pues están varados en distintos puntos y nadie los atiende, ni se cumplen las reglas sanitarias, ya que los agentes siguen deportando a las personas, pero sin dar registro de ello”, explicó Mujica.

Por separado, Rubén Figueroa, vocero de Movimiento Mesoamericano, dijo que los centroamericanos están siguiendo la misma situación que el país, ya que mientras está el periodo de aislamento, ellos también se esconden, pero en cuanto termine, se elevará el tránsito de personas a medida que los sistemas comiencen a reactivarse en el país.

Datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) revelan que de enero a abril, las solicitudes de refugio en México cayeron 84 por ciento, al pasar de seis mil 20 en el primer mes del año, a 949 en abril pasado.

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fgr