Sicarios libran lucha ... pero en el ajedrez

El ex líder de una célula del Cártel de Los Guerreros Unidos, y un jefe de sicarios del Cártel de Tijuana se enfrentaron este fin de semana dentro del penal de Máxima Seguridad del Altiplano.

Sin embargo, su competencia no tuvo relación con alguna actividad delictiva: fueron los finalistas del primer torneo de ajedrez que se realiza entre internos de este centro penitenciario.

El Comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales, organizó este torneo en colaboración con la Fundación Kasparov de Ajedrez para Iberoamérica.

En la competencia participaron 200 presos de este penal, pues con ello se “fomenta y fortalece el conocimiento en esta actividad que enseña a dominarse, a reflexionar y a aprender”.

El ganador fue el cubano Joel Rodríguez Marrero, quien tiene 38 años de edad, y durante algún tiempo formó parte de Los Guerreros Unidos.

Originario de Mariel, un municipio de la provincia de Artemisa, en Cuba, llegó hace cinco años a México.

En el 2012, fue detenido en Morelos acusado de homicidio, secuestro, delincuencia organizada y tráfico de drogas.

Su contrincante de partida fue el mexicano José Barraza Benítez, apodado El Chepe.

Este hombre formó parte de las filas del Cártel de Tijuana. En el 2004, la entonces Agencia Federal de Investigaciones lo atrapó y encarceló acusado de homicidio, tráfico de drogas, delincuencia organizada y portación de arma prohibida.

Tras participar en diferentes eliminatorias, este fin de semana llegaron a la final y los dos estuvieron frente a un tablero de ajedrez que se colocó en un auditorio del Altiplano.

La partida fue presenciada por el Comisionado Nacional y diversas autoridades penitenciarias.

Una vez que ganó el hombre nacido en Cuba, Sales Heredia se dirigió a los presentes.

Al hablar del ajedrez, les dijo que en el espacio confinado que son los 64 escaques, sujetos a las reglas más estrictas, las piezas del tablero se mueven en ilimitadas posibilidades… así refirió de manera metafórica a la libertad aún en las más difíciles de las circunstancias.

“El gran maestro ajedrecista ruso Tartakowe decía que el ajedrez es un lucha contra los errores de uno mismo, porque uno va aprendiendo a dominarse; a controlarse, a no precipitarse”, les dijo.

Y les comentó que el ajedrez es básicamente un juego de concentración, en el que uno tiene que dominarse antes de pensar en una jugada, para ver que no estamos frente a una celada, para ver si no hay una trampa de por medio; nos obliga a reflexionar y esperar.

Las autoridades esperan extender este tipo de actividades a todos los penales federales del país.