Va PVEM por ley para prohibir los shows con delfines y focas

El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) ahora busca prohibir la utilización de mamíferos acuáticos como delfines, ballenas, focas y leones marinos, en espectáculos fijos o itinerantes, esto luego de haber sido el principal impulsor de la legislación que prohibió los animales silvestres en los circos.

La fracción del Partido Verde presentó en la Cámara de diputados una iniciativa para reformar el párrafo cuarto del artículo 60 bis de la Ley General de Vida Silvestre, en materia de mamíferos marinos, con lo que pretende atender “el grave desequilibrio ecológico que conlleva la extracción de especies de su entorno natural”, informó el instituto político en un

comunicado.

Con dicha legislación buscan que los mamíferos marinos, que actualmente se encuentran en cautiverio para fines distintos a la investigación científica y la educación, sean la última generación en dicha condición, indicó el coordinador de esta bancada en San Lázaro, Jesús Sesma.

Desde que son atrapados, estos animales sufren un severo maltrato animal, sostuvo el diputado federal.

“El estrés que supone su captura, separarlos de su grupo y colocarlos en pequeños tanques, los deprime y debilita, lo que les ocasiona la muerte en los primeros días de su  cautiverio”, sostuvo el legislador, quien recalcó que delfines capturados para espectáculos o con fines terapéuticos, mueren por fallos cardiacos al quedar atrapados en las redes.

Tras ello incluso viven en estrés crónico por el entrenamiento al que los someten, lo cual también les causa a algunos ejemplares daños físicos, desnutrición y deshidratación, aseguró.

“Los mamíferos marinos en cautiverio son más propensos a sufrir enfermedades y menos capaces de luchar contra infecciones, las instalaciones son inadecuadas para ellos, pues las piscinas son reducidas, poco profundas, con agua tratada químicamente con agua dulce, sal y cloro”, apuntó Sesma.

La iniciativa presentada el 24 de noviembre pasado propone que “queda prohibida la utilización de ejemplares de mamíferos marinos en espectáculos fijos o itinerantes, así como cualquier actividad que involucre a estas especies y que no tenga por objeto la investigación científica y la educación superior de instituciones acreditadas”.

Además detalla que,  de acuerdo con el último reporte publicado por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, a nivel mundial existen cuatro mil 381 especies de mamíferos, situando a México en el tercer lugar en diversidad de esta clase de animales con 535 especies, 488 de las cuales son terrestres y 47 más, marinas.

En noviembre, La Razón publicó que en el Parque Acuático Atlantis en la Ciudad de México, que dejó de operar desde hace cuatro años y cuyas instalaciones se encuentran abandonadas, aún hay tres lobos marinos que viven en uno de los estanques que eran parte de las atracciones de este sitio, ubicado en la Tercera Sección de Chapultepec.

Al respecto, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente avaló que se mantenga en cautiverio a lobos marinos, aunque el parque luzca abandonado.

En esa ocasión, Ignacio Millán, subprocurador de Recursos Naturales, aseguró que Atlantis cumple con las condiciones contempladas por la ley, aunque reconoció que los ejemplares, que tienen más de 26 años de edad, tienen verrugas en la piel y padecen cataratas.

Indicó que los mamíferos tenían dichos padecimientos por su edad avanzada, por lo que tampoco era viable realizarles una cirugía para atenderlos.

Negro historial

Atlantis enfrentó quejas en 2014 y 2015.

El parque abrió sus puertas en 1981 y fue el primer delfinario en su tipo en la Ciudad de México. El 11 de junio de 2014 la Profepa aseguró ocho ejemplares marinos, entre ellos cuatro lobos marinos y tres delfines. En ese entonces la dependencia confirmó que los animales presentaban lesiones, hecho que fue refutado por la empresa que alegó que las heridas fueron provocadas durante los cortejos y jugueteos. En junio de 2015 la misma dependencia concluyó la reubicación de cinco delfines que fueron trasladados a los parques acuáticos de Splash y Mundo Marino, ubicados en Silao, Guanajuato, y Guadalajara, Jalisco, respectivamente.