Penalistas analizan caso Lozoya

Ven riesgos por figura de testigo colaborador

Expertos aseguran que esta estrategia podría dejar delitos impunes; si declaraciones del exdirector de Pemex no dan resultado, será un fracaso, advierte Gabriel Regino

Emilio Lozoya, en una imagen de archivo
Emilio Lozoya, en una imagen de archivo
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Abogados penalistas coincidieron en que la figura de testigo colaborador pone en riesgo la justicia en el país, pues los delincuentes aprovechan para negociar, no tocar la cárcel y quedar impunes.

En el caso de Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Alberto Woolrich, presidente de la Academia de Derecho Penal, aseguró que bajo la estrategia del abogado Baltasar Garzón el acusado tiene amplia posibilidad de ganar, pues la negociación permitirá no ir a la cárcel y delatar a sus “compinches”.

“Su defensa está perfectamente organizada y va en camino de ganar; y es muy probable que fracasen las acusaciones en contra de Lozoya”, destacó a La Razón.

Agregó que esa figura legal está mal diseñada y evidencia la poca capacidad de la autoridad para detectar a los culpables: “con ésta pierde el Estado. Es la poca eficacia jurídica que tienen los órganos de acusación”.

EL DATO: Los especialistas reconocen que más allá de sus declaraciones o las grabaciones que tenga será necesario contar con otras pruebas para sostener sus señalamientos.

Al exfuncionario, hospitalizado desde su extradición, se le acusa de recibir sobornos por 10 millones de dólares de Odebrecht a cambio de contratos millonarios en México.

En tanto, el penalista Juan Velásquez dijo que otros beneficios de colaborar son bajar la condena, no acusarlo de los mismos delitos y suspender condenas: “va a colaborar de manera eficiente, todo depende del alcance de la negociación”.

Expertos consultados por La Razón
Expertos consultados por La RazónGráfico: La Razón

Consideró que Lozoya es sólo una parte del rompecabezas y con él las autoridades desean conocer todo el esquema de corrupción para detener a los implicados de más alto nivel.

Además, puede declarar desde el hospital sin impedimentos, “de manera virtual si el presunto delincuente está en condiciones; que no esté intubado y que pueda hablar; no sabemos si ya se ha dado”.

Por separado, el penalista Gabriel Regino dijo que si la Fiscalía General de la República no logra resultados en este caso será un fracaso, pues se apuesta a su declaración para desentrañar un halo de corrupción de figuras más importantes. Advirtió que la justicia mexicana va tarde al aplicar esta figura, pues mientras en Centro y Sudamérica ya se aplica, en México hay un profundo desconocimiento: “es inaudito, indebido y hasta un pecado”. Agregó que Lozoya sólo fue un instrumento para personas con mayor poder.

En tanto, el politólgo José Fernández Santillán aseguró que la nueva estrategia de sus abogados es evitar la cárcel y alargar los juicios con supuestas enfermedades, para estar internados en vez de en prisión, similar al caso de Ángel Casarrubias, El Mochomo, del caso Ayotzinapa, quien fue hospitalizado por hipertensión y estrés, mientras que Emilio Lozoya, por anemia y daño en el esófago.

“La figura de testigo colaborador es legal y por eso cambió de abogado Lozoya. Javier Coello Trejo le sugirió no dar informes ni colaborar, pero su nueva defensa sí lo sugirió; además, está dispuesto a implicar a todos con tal de no pisar la cárcel”, precisó.