China reúne fuerzas militares en la frontera con Hong Kong ante escalada de crisis
A medida que los grupos disidentes comunicaron sus planes para una nueva movilización por la autonomía de Hong Kong respecto a China, Pekín dejó ver su brazo militar como una medida de disuasión a quienes, considera, incurren en actos terroristas por alterar el orden público.
Por ello, al otro lado de los límites hongkoneses, tras un puente que une el interior rural de Hong Kong con la floreciente ciudad continental de Shenzhen, cientos de miembros de la Policía Armada Popular (PAP), y más de 100 vehículos paramilitares llenaron los estacionamientos del estadio principal. Ahí realizaron ejercicios de control de multitudes, en lo que fue visto como una advertencia para los manifestantes que llevan más de un mes en resistencia.
Medios estatales chinos informaron por primera vez sobre los ejercicios el lunes, lo que provocó preocupaciones de Estados Unidos de que podrían ser utilizados para romper las protestas. El presidente Donald Trump dijo ayer que no quería ver un recurso de violencia para sofocar las protestas en Hong Kong y reiteró que quería ver a China “resolver humanamente el problema”.
Trump, incluso, condicionó el éxito del acuerdo comercial con China para resolver los disturbios “humanamente”, y sugirió que estaba dispuesto a reunirse con el presidente Xi Jinping.
Trump se ha dedicado a buscar un acuerdo importante para corregir los desequilibrios comerciales con China antes de su candidatura a la reelección de 2020. Sus maniobras enfrentan críticas del Congreso por no tomar una línea pública más fuerte en Hong Kong y por calificar las protestas como “disturbios” con los que China tenía que lidiar.
El Dato: En Corea, Kim Jong-un lanza dos misiles al mar tras advertir que las conversaciones con Seúl se habían terminado.
La postura más dura de Trump sobre Hong Kong siguió a un debate dentro de su administración sobre si Washington parecía demasiado complaciente mientras China parecía prepararse para una ofensiva, dijo una fuente familiarizada con las deliberaciones.
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, advirtió contra lo que llamó “una repetición de Tiananmen” en una entrevista el miércoles.
Diez semanas de enfrentamientos entre la policía y los manifestantes sumieron a Hong Kong en su peor crisis desde que regresó del dominio británico en 1997, y presentan el mayor desafío popular a Xi en sus siete años en el poder.
El embajador de China en Londres advirtió que Pekín podría usar su poder para sofocar las protestas de Hong Kong si la situación se deteriorara aún más y si se repiten los cargos de que algunos manifestantes habían mostrado “signos de terrorismo”. “El gobierno central de China nunca permitirá que unos delincuentes violentos arrastren a Hong Kong por un camino peligroso, por un abismo peligroso”, dijo Liu Xiaoming.
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