Cuba deja morir a disidente en huelga de hambre

Cuba deja morir a disidente en huelga de hambre
Por:
  • larazon

Redacción / La Razón

El preso político cubano Orlando Zapata Tamayo murió ayer en un hospital de La Habana, después de mantener una huelga de hambre durante 85 días para pedir que se le tratara como “prisionero de conciencia”.

La muerte del opositor se dio mientras el presidente del Consejo de Estado de Cuba, Raúl Castro, se encontraba en México, donde participó de la Cumbre de Río celebrada en Cancún.

Zapata, albañil de 42 años, era uno de los 75 disidentes detenidos en la Primavera Negra de 2003. Además contaba con varias condenas que sumaban 36 años y engrosó desde 2004 la lista de prisioneros de conciencia de Amnistía Internacional .

La noticia de la muerte de Zapata fue confirmada en la página web del Directorio Democrático cubano.

Orlando Zapata, en prisión desde el 20 de marzo de 2003, fue trasladado al hospital Amejeiras desde un centro médico para reclusos de la capital cubana después de que su salud empeorase tras 85 días de ayuno.

Orlando Zapata era uno de los disidentes más castigados por el régimen castrista. Desde 2002 había sido detenido en varias ocasiones por su activismo en el campo de los derechos humanos. Su última captura se produjo el 20 de marzo de 2003, mientras participaba en un ayuno para pedir la libertad de varios compañeros, entre ellos el médico Óscar Elías Biscet. A la condena inicial a tres años por “desacato a la figura del Comandante Fidel Castro” se agregaron otras sentencias en cinco procesos judiciales sin garantías, que elevaron la condena a 36 años. Desde entonces Zapata fue sometido a constantes cambios de prisión, palizas y régimen de aislamiento.

Zapata participó también en el llamado Proyecto Varela, una iniciativa ciudadana para reformar la Constitución e impulsar la apertura democrática y que acabó con buena parte de los activistas en prisión.

Muerte coincide con llegada de Lula. La muerte de Orlando Zapata coincide con la llegada a La Habana del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, para apoyar al gobierno cubano antes de abandonar el poder. En la agenda de Lula no hay programados encuentros con los disidentes cubanos, a pesar de la petición enviada al presidente brasileño por un grupo de 50 presos políticos para que intercediese por ellos ante Raúl Castro.

Los opositores, pertenecientes al denominado grupo de los 75, reclamaron a Lula en su carta especial atención al caso de Orlando Zapata Tamayo, cuyas condiciones de salud describían como “peligrosas para su vida’’.

“Aparte de una tragedia para la familia, es una muy mala noticia para todo el movimiento cubano de derechos humanos y también para el gobierno, porque esa muerte era evitable”, dijo Elizardo Sánchez, de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN).

El deceso de Zapata Tamayo va a tener “graves consecuencias porque era un preso de conciencia adoptado por Amnistía Internacional (AI)”, agregó.

Fue torturado en prisión

De acuerdo con infor-mes del Directorio Democrático Cubano (DDC), en octubre de 2009 Zapata Tamayo fue brutalmente golpeado por militares de la prisión provincial de Holguín, lo que le causó un hematoma interno en la cabeza que se vieron obligados a operar.

“Los abusos cometidos contra Orlando Zapata Tamayo comprueban que la tortura y el terror contra el pueblo son políticas de Estado bajo el régimen castrista. Esta muerte es una prueba de la práctica del terrorismo de Estado”, afirmó Janisset Rivero, secretaria adjunta del DDC.

Con información de agencias

agp