Un juez decretó que dos enfermeras permanezcan en prisión preventiva por su presunta participación en el robo de 500 vacunas contra el COVID en Bolivia.

La medida por hasta 60 días será mientras continúan las investigaciones sobre la desaparición de las dosis en un poblado fronterizo con Brasil ocurrida el pasado 1 de abril en el centro de salud Los Almendros; inicialmente se reportó la detención de al menos tres trabajadores del sector salud, encargadas de custodiar las mismas.

A las presuntas responsables se les imputan los deslizo de atentado contra la salud pública y hurto.

Cabe destacar que el gobierno de Luis Arce priorizó la inmunización en la zona limítrofe, para disminuir el riesgo, debido a que Brasil enfrenta una nueva oleada en medio del surgimiento de una tercera cepa de coronavirus. Y previamente ordenó el cierre de la frontera con esta nación para contrarrestar la propagación de este virus.

De acuerdo con las autoridades, un grupo de encapuchados devolvió las vacunas un día después del presunto hurto; sin embargo, éstas no podrán ser usadas, pues se desconoce el manejo que se les dio o si éstas se mantuvieron bajo refrigeración, como lo indica el protocolo.