Diputados rescatan a Temer de destitución

El pleno de la Cámara de Diputados de Brasil rechazó ayer admitir una denuncia contra el presidente Michel Temer por cargos de corrupción pasiva, al conseguir más de los 171 votos necesarios para archivar la acusación.

La Agencia Brasil indicó que durante la sesión, que comenzó a las 21:00 horas locales, los legisladores de los partidos aliados al mandatario confiaban en derrotar a la oposición, que requería 342 votos para aprobar la acusación contra Temer. La mayoría de diputados oficialistas argumentaron que la salida de Temer sería una amenaza a la estabilidad que necesita Brasil para salir de la crisis económica.

Con el voto de la base aliada de Temer, así como por la ausencia de 13 legisladores y una abstención, la cámara aprobó un informe de la Comisión de Constitución y Justicia que recomendaba archivar la denuncia contra el mandatario brasileño por su presunto involucramiento en actos de corrupción del grupo JBS.

El propietario de JBS, Joesley Batista, denunció ante los medios y ante la justicia brasileña que el mandatario avaló el pago de sobornos a funcionarios, por lo que el procurador general de la República, Rodrigo Janot, presentó denuncia contra Temer ante el Supremo Tribunal Federal (STF) el pasado 26 de junio.

La suma de 171 votos, la tercera parte de los legisladores, para impedir la acusación, fue alcanzada cuando expresaban su parecer los legisladores del estado de Río de Janeiro, con lo que el Supremo Tribunal Federal (STF) queda impedido de investigar a Temer mientras siga ejerciendo la presidencia.

“Lo que estamos juzgando es si es útil para el país apartar a Temer en un momento en que Brasil está empezando a levantarse”, dijo el diputado del oficialista Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB) Baleia Rossi al inicio de la sesión, que duró casi 12 horas.

Si la Cámara hubiera aprobado el caso, como ocurrió con la destituida mandataria Dilma Rousseff, el actual presidente en funciones debía ser apartado del poder por 180 días, y luego la legislatura habría decidido si debía ser destituido o no.

Carteles con el lema “Fuera Temer”, una maleta repleta de billetes falsos con la cara del presidente, muñecos inflables del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y empujones e insultos entre diputados aportaron el toque de color a las primeras horas de la sesión y cierta cuota de vergüenza ajena para los que seguían la votación en sus casas.

El presidente fue denunciado por la Fiscalía por un delito de corrupción pasiva por recibir sobornos del grupo JBS, el mayor productor de carne del mundo.

Uno de los hombres de confianza del presidente, su exasesor Rodrigo Rocha Loures, fue capturado por la policía con una maleta con 150 mil dólares que, según los investigadores, iban directo a los bolsillos de Temer.

Los diputados decidieron salvar a Temer, pero la victoria del presidente no equivale a clausurar la crisis política que asola a Brasil desde hace meses. Su base de partidos aliados se resquebrajó por completo, con diputados incluso de su propio partido dándole la espalda, temerosos de lo que puede suponerles ante la opinión pública cargar con el estigma de socorristas de un gobierno ahogado en la corrupción.

El líder brasileño podría ser acusado de otros dos delitos: obstrucción a la Justicia y pertenencia a organización criminal. Y es que lo investigadores creen que además de haberse beneficiado de sobornos Temer también consintió que se comprara el silencio de los cabecillas de la trama corrupta de Petrobras y que los directivos de JBS pusieran obstáculos a las investigaciones de Operación Lava Jato.

Esto podría valerle otras dos denuncias que prolongarían la agonía del gobierno, por lo que superar la primera denuncia es apenas un parche, un respiro para tomar fuerzas de cara a nuevas batallas judiciales.