Encarcelan a operador #1 de Lula que orquestó sobornos de 841 mdd

Encarcelan a operador #1 de Lula que orquestó sobornos de 841 mdd
Por:
  • larazon

Foto Archivo AP

José Dirceu, el jefe de ministros del gabinete del ex presidente Lula da Silva, fue detenido en Brasil señalado de montar la red de corrupción de la paraestatal Petrobras, en la que fueron desviados 841 millones de dólares.

Esto es parte de la serie de detenciones que encabeza la Policía Federal con el fin de erradicar los delitos en la empresa petrolera.

Dirceu es además uno de los líderes históricos del Partido de los Trabajadores (PT), fundado por Lula, detenido como parte de la Operación Lava Jato (Autolavado) sobre la investigación de la megacausa de corrupción que salpica al gobierno izquierdista.

Lanzadas en 2014, actualmente, las investigaciones se encuentran en la fase 17, que fue bautizada como “Pixuleco”, término que, según el dueño de la constructora UTC, Ricardo Pessoa, era utilizado por el ex tesorero del PT João Vaccari Neto, para hablar de los cohechos, informó el diario brasileño O Globo.

El líder político, de 69 años de edad, fue detenido poco después de las 6 de la mañana en la casa en la que vive junto a su mujer y una de sus hijas, donde cumple una orden de arresto domiciliario desde hace seis meses, después de haber pasado un año y medio en prisión por la causa de corrupción del Mensalão, el escándalo de sobornos parlamentarios del primer gobierno de Lula, revelado en el año 2005.

Luego de la detención, el ex titular del PT fue trasladado a la Superintendencia de la Policía Federal en Brasilia y será llevado a Curitiba, donde se lleva a cabo el proceso.

Investigadores detallaron a O Globo

Según los investigadores citados por O Globo, la Justicia decretó prisión preventiva para el ex ministro.

“La red (de corrupción) en Petrobras se constituyó en el primer mandato de Lula y repitió de alguna manera el esquema de sobornos” del Mensalão, dijo el fiscal Rodrigo Janot.

Desde la jefatura de gabinete, Dirceu controló todos los resortes del poder durante desde 2003, cuando asumió Lula, hasta que en 2005 se vio obligado a renunciar por el escándalo de sobornos parlamentarios que lo llevó a prisión.

Dirceu fue uno de los dirigentes del PT hallados culpables en 2012 de montar entre 2003 y 2005 un complejo esquema de sobornos mensuales a legisladores de la oposición para apoyar proyectos de la administración Lula.

El dinero provenía de fondos públicos y de recursos de campañas electorales.

Fue condenado a diez años y once meses de prisión por esa causa.

Además, el funcionario orquestaba la red de ilegalidad desde el primer gobierno de Lula da Silva.

Janot agregó que el influyente político “seguía recibiendo comisiones aún preso”.

Según la Fiscalía, Dirceu y algunos de sus allegados recibían de la red de corrupción en Petrobras unos 58 mil 480 dólares por mes.

“No tenemos dudas de que Dirceu recibía ese dinero de diversas formas, de que ese dinero tenía origen en la red de corrupción de Petrobras, y de que se benefició personalmente de todo eso”, apuntó.

La Fiscalía sudamericana sostuvo que las empresas firmaban contratos arreglados, inflaban sus valores y repartían las diferencias con ex directores de Petrobras y políticos que amparaban esas maniobras.

En los últimos meses, Dirceu presentó ante la Corte Suprema tres acciones en las que pedía no ser encarcelado por ese asunto, alegando que ya cumple un régimen de arresto domiciliario.

No obstante, queda en la indefensión tras el fallo de ayer.

Artífice de la corrupción, preso en 2005

José Dirceu, hombre clave en el primer mandato de expresidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, renunció en 2005 al cargo de jefe de gabinetes luego de constantes demandas en su contra.

Además, fue arrastrado por una serie de denuncias de corrupción que alcanzaron su ápice cuando Roberto Jefferson, presidente del Partido Trabalhista Brasileño (PTB), aliado de Lula, aseguró que el PT había comprado la lealtad de varios diputados pagándoles 12 mil 500 dólares por mes.

“No me avergüenzo de nada de lo que hice en el gobierno del presidente Lula.

Tengo las manos limpias, el corazón sin amargura y la mente siempre puesta en aquello por lo que siempre luché en Brasil. Salgo con la cabeza erguida del Ministerio”, proclamó entonces.

Explicó que sale del gobierno “para combatir a quienes quieren interrumpir el proceso político democrático, que quieren desestabilizar al gobierno del presidente Lula”.

Asimismo defendió sus casi 30 meses de gestión, rechazando con vehemencia cualquier acción turbia.

Partido de Dilma Rousseff boicotea investigaciones

Los abogados de los empresarios vinculados al escándalo de corrupción en Petrobras acusaron que la Comisión Parlamentaria brasileña que investiga el caso intimida y amenaza a los involucrados para arruinar las pesquisas.

Ese Comité legislativo adoptó una serie de medidas para desmoralizar las indagaciones sobre este esquema de desvío de dinero y contratos inflados, de acuerdo con un documento firmado por los involucrados en la Operación Lava Jato.

Ese grupo de diputados convocó a declarar a familiares de ejecutivos vinculados a ese escándalo.

Uno de los defensores del exconsultor Julio Camargo, imputado por presuntamente sobornar a políticos, afirmó además que los métodos de las mafias siguen vigentes: “la intimidación y la corrupción”.

En julio, el litigante quien a inicios del presente mes declaró que fue presionado por el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, a pagar 10 millones de dólares, dijo que eventuales contradicciones en las revelaciones de otros acusados en este escándalo son por temor al máximo líder de los diputados.

Además de ese documento, la abogada Beatriz Catta Preta, representante de nueve delatores de este caso de corrupción, denunció anoche que abandonó su labor tras sentirse intimidada y amenazada por diputados brasileños.

Las amenazas e intimidaciones contra su persona y familia comenzaron a llegar de manera velada, por lo cual decidió renunciar y cerrar su oficina.

Al menos 30 altos ejecutivos y directivos de las principales constructoras de Brasil, así como unos 50 políticos, entre parlamentarios, exministros y exgobernadores, están ligados al desvío de dinero.

Camargo recalcó que son integrantes de la Comisión Parlamentaria que pesquisa todo lo relacionado con el escándalo.

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