Fiebre de nacionalismo tras muerte de Osama

Fiebre de nacionalismo tras muerte de Osama
Por:
  • larazon

Foto AP

Desde los últimos minutos del domingo inició el júbilo. ¡Osama bin Laden está muerto! La venganza fue consumada por una veintena de marines. El causante de tres mil muertos tras los atentados a las Torres Gemelas y el Pentágono el 11-S fue abatido por los Seals en un ataque de aproximadamente 40 minutos.

El presidente Barack Obama emitió la confirmación a través de un mensaje: “Osama está muerto”. Y estalló el patriotismo y la unidad entre los estadounidenses...

La gente comenzó a acercarse a Times Square y a la Zona Cero. Anne Marie Borcherdng, una ejecutiva que perdió a su novio el 11-S, no dudo en unirse al grupo. “Aquel día yo no fui a trabajar, él sí, y por eso le perdí... Soñé con este momento por diez años y ahora siento que la muerte fue poco para Osama”, mencionó ante su actual esposo, John Kushnick.

Entre las banderas estadounidenses sobresalían algunos carteles con las leyendas: ¡Gracias Obama! ¡Paz, al fin!

Otros, como el estudiante Alex Terruso señaló: “No sé lo que pasará ahora en el mundo, sólo sé que debo estar aquí. Acabamos con el enemigo”.

Ayer por la mañana Obama aprovechó para reconocer la labor de los militares: “somos afortunados de tener americanos que dedican su vida a protegernos (…) Como Comandante en Jefe, no podría estar más orgulloso”, mencionó.

La celebración espontánea que surgió el domingo por la noche en Nueva York tuvo su réplica en ciudades como Boston, Filadelfia o Washington. En la capital, la fiesta tuvo lugar frente a la Casa Blanca. Obama aún no había comparecido en televisión cuando decenas de personas ya se dirigían hasta allí ondeando banderas de Estados Unidos.

Veteranos, militares, civiles, estudiantes y turistas repetían las mismas frases: “Hoy es un gran día”. “Hoy se ha hecho justicia”. El neoyorquino Wilfredo Arroyo cogió el coche en cuanto escuchó al presidente. “He guardado una bandera de EU por cada año que tardaron en matar a Osama bin Laden”.

Horas después, una nueva celebración espontánea tenía lugar en Shanksville, Pensilvania, donde el 11 de septiembre de 2001 se estrelló el vuelo 93 de United Airlines. Fallecieron los 44 pasajeros y 4 terroristas que estaban a bordo. Decenas de personas se desplazaron hasta el monumento a las víctimas con pancartas donde se podía leer “No olvidamos”.