Francia crea centros para “desradicalizar” a yihadistas

El gobierno galo creará 13 Centros de Ciudadanía y Reinserción para que islamistas radicales se reintegren a la sociedad.

“Cada época tiene sus propios desafíos. La lucha contra el yihadismo es el gran desafío de nuestra generación”, aseguró el primer ministro francés, Manuel Valls, al presentar el proyecto.

Los centros de enseñanza acogerán a las personas que fueron convertidas a la corriente más radical del islam y que representan un peligro potencial para la comunidad. También se incluirán quienes fueron interceptados por las autoridades cuando intentaron viajar a Siria e Irak y a aquellos cuyos familiares denunciaron un cambio en su comportamiento que apunte a que adoptaron la ideología extremista y asimismo a los combatientes retornados que se dicen arrepentidos.

Las instituciones estarán vigiladas por el Comité Interministerial para la Prevención de la Delincuencia y la Radicalización, cuyo presupuesto acaba de pasar de los 60 a los 100 millones de euros (105 millones de dólares).

El objetivo del proyecto es prevenir, detectar y perseguir a los extremismos.

En Francia se ha duplicado el número de ciudadanos que se unieron al Estado Islámico. Desde 2014 ya suman 9 mil 300 los fichados por la policía.

De acuerdo con Soufan Group, un centro especializado en el estudio del yihadismo, hasta diciembre de 2015, existían por lo menos 250 militantes franceses que habían retornado a su país.

Tras los atentados del 13 de noviembre en París, la administración del presidente François Hollande colocó la lucha contra el terrorismo como una de sus principales prioridades.

Los terroristas del 13-N procedían de uno de los barrios más marginados de Bélgica: Molenbeek. En Francia existen cerca de cien barrios parecidos que son considerados focos rojos debido a la facilidad con la que sus habitantes pueden ser radicalizados.

Registros señalan que la mayoría de los 635 franceses identificados que luchan a lado del autodenominado Estado Islámico procede se esos suburbios.

Hay cerca de 309 jóvenes en Francia a los que se le ha prohibido salir del país porque intentaron viajar a Medio Oriente.

Desde los atentados de noviembre que cobraron la vida de 150 personas, la policía gala ha implementado operativos, auspiciados por el Estado de emergencia, que culminaron con el cierre de 4 mil 800 páginas de internet, varios cateos y asignaciones forzadas a su domicilio.