Hong Kong amaga con enturbiar Día Nacional de China

China celebra este 1 de octubre el 70 aniversario de su existencia como República Popular, es decir, bajo los mandos del todopoderoso Partido Comunista (PCCh), una fecha que el gobierno pretendía convertir en un gran festejo pero que estará irremediablemente empañada por las protestas democráticas en Hong Kong y la guerra comercial con Estados Unidos.

Apenas ayer, la policía de Hong Kong disparó cañones de agua, balas de goma y gases lacrimógenos contra manifestantes que arrojaron bombas de gasolina en algunos de los enfrentamientos más generalizados y violentos en más de tres meses de disturbios antigubernamentales.

Las batallas en el distrito comercial de Causeway Bay, el área del bar Wan Chai y el distrito del Almirantazgo de las oficinas del gobierno central siguieron a una noche de enfrentamientos con la policía en la ciudad gobernada por chinos, donde ardieron las calles al ponerse el Sol.

Contenido relacionado: China usa Twitter y FB para deslegitimar protestas en Hong Kong, acusan

Se planean más protestas este lunes, previo al Día Nacional de China, que conmemora la fundación de la República Popular, en un discurso pronunciado por Mao Tse Tung el 1 de octubre de 1949, tras la victoria del Partido Comunista, liderado por él, en el conflicto civil contra el Partido Nacionalista o Kuomintang, capitaneado por Chiang Kai Shek, que se dio después de la Segunda Guerra Mundial.

El PCCh, fundado casi 40 años antes, se erigió como el único partido —el Kuomintang se exilió con sus seguidores en Taiwán, origen de los problemas entre el continente y la isla—, llamado a gobernar bajo los postulados marxistas-leninistas, aunque siempre con las características propias de China.

“El PCCh ha liderado al pueblo chino en duras y tortuosas luchas que han resultado en la gran victoria de la nueva revolución democrática, la transformación socialista y la construcción socialista (...). La China moderna refleja claramente que sin el Partido Comunista no habría una nueva China”, señala el mismo partido.

En estos 70 años, China y el propio PCCh han evolucionado. Primero toleró y después incentivó una sociedad de consumo que se cimenta y también alimenta la prosperidad económica reciente; el país ha crecido a un ritmo constante que le ha permitido situarse como potencia global.

Al mismo tiempo ha mantenido el control político en una China donde el crecimiento económico ha significado también mayor desigualdad y, por tanto, mayor descontento y protesta social. Según un estudio de la Universidad de Pekín, el uno por ciento de los chinos acumula un tercio de la riqueza del país, mientras que el 25 por ciento más pobre sólo disfruta del 1 por ciento de ésta.

Los hongkoneses suman ya cuatro meses de protestas que comenzaron por la ley de extradición a la China continental y que han ido escalando hasta reclamar ahora el sufragio universal.

Para evitar una manifestación masiva el 1 de octubre, las autoridades regionales han cancelado los festejos, pero ya está convocada una marcha por el centro de la excolonia británica.

En cuanto a la guerra comercial, parece que ahora Washington y Pekín están dispuestos a acordar una salida a la imposición de aranceles, pero las tensiones continúan en el mercado de divisas, donde la moneda china ha sido devaluada por debajo del umbral psicológico de siete yuanes por dólar.