Italia refuerza medidas antiterrorismo por fiestas de Año Nuevo

Italia refuerza medidas antiterrorismo por fiestas de Año Nuevo
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Miles de efectivos de las fuerzas del orden de Italia, incluidos soldados, han sido desplegados en las principales ciudades del país como medida de seguridad contra eventuales actos terroristas en las fiestas de Año Nuevo.

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Tras una reunión del Comité Estratégico Antiterrorismo, un día después del atentado del 19 de diciembre en Berlín, el Ministerio del Interior envió a las jefaturas de la policía de todo el país una directiva con la que pidió “reforzar los controles en objetivos bajo riesgo y lugares muy visitados”.

“El comité (antiterrorismo), con la participación de las cúpulas nacionales de las fuerzas de policía y de los servicios de inteligencia decidió aumentar la protección de los objetivos bajo riesgo, potenciando las medidas de vigilancia y seguridad”, indicó el Ministerio del Interior en un comunicado.

En Roma, la prefecta (responsable de la seguridad) Paola Basilone, dispuso un aumento de las fuerzas del orden en cuatro mil 400 objetivos considerados sensibles, entre ellos embajadas, sedes institucionales, iglesias, mercados, museos, monumentos o plazas.

Asimismo, fue vetado el ingreso al centro histórico de camiones, incluidos autobuses de turistas, además de que fue reforzada la vigilancia en las calles donde se concentran tiendas y centros comerciales.

En particular, fueron puestos bajo mayor control lugares como el Coliseo, el Pantheon, la Fontana di Trevi, los Foros Imperiales o las Plazas de España, del Popolo y Navona, además de la Plaza de San Pedro.

En Florencia, fueron aumentados los efectivos del cuerpo de carabineros y de la policía en el centro histórico, donde también fueron desplegados hombres del regimiento Folgore del Ejército.

Los lugares más vigilados en la ciudad de arte son la Plaza de la Signoria, el Palacio Vecchio, la Galeria de los Oficios, la catedral de Santa María del Fiore, el Campanario de Giotto y el Baptisterio.

En Milán, fueron puestos bloques de cemento para impedir el paso de medios de transporte pesados hacia la zona de los llamados Navigli o sistema de canales que comunica con Suiza.

Asimismo, fueron desplegados 800 militares en los mercadillos del centro, además de decenas de patrullas y efectivos en el centro histórico, incluida la plaza del Duomo.

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También en el centro de Venecia, Nápoles, Turín o Palermo fueron desplegados los soldados, en particular en los mercados navideños para evitar eventuales ataques como el registrado en Berlín.

De acuerdo con portavoces militares, para reforzar el aparato de respuesta a un eventual acto terrorista 800 agentes de los carabineros y de la policía siguieron un curso suplementario de adiestramiento, con el uso de vehículos blindados.

Por su parte, la Aeronáutica Militar transfirió a la localidad de Cameri dos jets destinados a proteger las ciudades del norte del país, mientras el jefe del Estado Mayor de ese cuerpo, Enzo Vecciarelli, ordenó colocar metralletas en helicópteros usados para operaciones de socorro.

También pidió armar a las aeronaves de adiestramiento, con el objetivo de neutralizar eventuales atentados con drones o aviones ultraligeros.

Según el diario La Stampa, la “pesadilla” de las autoridades es la eventualidad de un ataque de algún fanático aislado, un “lobo solitario”, sin necesidad de que sea activada una célula yihadista.

En una entrevista con la versión italiana de Huffington Post, el presidente del comité parlamentario de Control de los Servicios Secretos, Giacomo Stucchi, reconoció que en Europa aún están activas algunas pequeñas células yihadistas que por su escaso número de miembros son más difíciles de vigilar.

Señaló que se trata de individuos como el tunecino Anis Amri, autor del atentado de Berlín -abatido por policías en Milán el pasado 23 de diciembre- que se “autoestructuran” y organizan sin necesidad de recibir órdenes del exterior.

Por ello, dijo, sus eventuales proyectos terroristas son difícilmente detectables por los servicios de inteligencia.