Kim, el mayor reto para Trump en el extranjero

El presidente Trump se enfrentará a un mundo cada vez más volátil en 2020, con Corea del Norte como principal desafío, después de que las conversaciones bilaterales fracasaran, cuando el magnate está necesitado de un éxito en política exterior para amarrar la reelección.

Al cierre del año, Pionyang amenazó con enviar a Estados Unidos un “regalo de Navidad” y le advirtió que buscaría un “nuevo camino” si no suaviza su posición negociadora, en la que el país asiático estaría dispuesto a abandonar su carrera bélica, sólo si Washington declina a mantener sus bases militares cerca.

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Funcionarios estadounidenses y analistas regionales piensan que el regalo puede ser una prueba de misiles de largo alcance. Pero mientras el Pentágono sale de dudas, ayer ordenó sobrevolar la península coreana con aviones espía.

Las negociaciones entre funcionarios estadounidenses y norcoreanos se estancaron a principios de este año, luego de que una cumbre entre Trump y el líder norcoreano, Kim Jong-un, terminara abruptamente, sin resolución.

Desde que comenzaron las conversaciones, Corea del Norte ha evitado pruebas de largo alcance y ojivas nucleares. Trump promocionó este gesto como una señal de que sus esfuerzos diplomáticos funcionan, incluso cuando el régimen de Kim lanzó más de una docena de misiles de corto alcance este año.

Si Corea del Norte continúa con una prueba de misiles de largo alcance, Trump tendrá una opción: ignorarlo en un esfuerzo por mantener bajas las tensiones durante su año electoral o volver a los días de amenaza de “fuego y furia”.

OTROS PENDIENTES. En medio de las renovadas conversaciones de paz con los talibanes, se espera que Donald Trump, durante las últimas dos semanas, anuncie una reducción en Afganistán a unos 8 mil 600 soldados.

Mientras tanto, unas 600 tropas estadounidenses permanecen en Siria después de que Trump causó una tormenta en octubre, cuando ordenó la retirada de todos sus efectivos.

A medida que 2019 se desvanece, las fuerzas turcas permanecen en el noreste de Siria, donde las fuerzas kurdas (aliadas de EU) los han acusado de violaciones del alto al fuego (negociado por Trump) y donde Turquía ha propuesto reasentar a refugiados sirios en un plan que equivale a una limpieza étnica.

Por otro lado, Estados Unidos apareció al borde de la guerra con Irán varias veces en 2019, y no hay señales de que 2020 sea menos tenso.

Las tensiones se dispararon este año cuando Trump endureció significativamente las sanciones tras su retirada del acuerdo nuclear en 2018. Irán respondió incumpliendo los límites clave del acuerdo y amenazó con seguir hasta que EU retroceda las sanciones o Europa encuentre una solución efectiva para ellos.

Esta semana, Irán comenzó a operar su reactor nuclear de agua pesada en Arak. Encenderlo no es una violación del acuerdo nuclear, pero mostró que mejora sus capacidades.

Mientras Trump mantiene su “campaña de presión” contra Irán, persiste la amenaza de una confrontación militar.