Maduro incumple en democracia y Mercosur lo suspende; su respuesta, que es golpe de Estado

Los gobiernos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay resolvieron suspender a Venezuela como Estado parte del Mercosur por incumplir el plazo que le habían fijado para adecuarse a las normas del bloque, según consta la carta que enviaron la cancillería venezolana.

En respuesta, el gobierno de Nicolás Maduro a través de su canciller, Delcy Rodríguez, denunció que su país es víctima del “hostigamiento” del resto de los socios del bloque, decididos a expulsar a Venezuela mediante un “acto írrito” (nulo).

Además, acusó un “golpe de Estado” por parte del Mercosur.

Por lo anterior, Rodríguez señaló que su país seguirá formando parte del Mercosur y al frente de la presidencia pro tempore, agregó.

Antes, desde su cuenta en Twitter, llamó a “los pueblos de Mercosur a no dejarse arrebatar sus mecanismos de integración, secuestrados por burócratas intolerantes”.

Venezuela tuvo de plazo cuatro años hasta el 1 de diciembre pasado para cumplir con el protocolo de adhesión al Mercosur, que entre otras requería la adopción de normas en materia de derechos humanos y separación de poderes.

“En el día de ayer (jueves) se analizó el estado de cumplimiento de las obligaciones asumidas por Venezuela, constatándose el estado de incumplimiento”, dijeron los cancilleres de los cuatro países en el escrito enviado a Rodríguez.

En la práctica, la suspensión implica que Venezuela perderá voto pero no voz, el mismo estatus que hoy tiene Bolivia. Pero las consecuencias políticas serán mucho más graves, porque Maduro quedó ahora más solo en una región que ha virado hacia posiciones cada vez más opuestas al llamado eje bolivariano.

El conflicto se gestó en julio pasado, cuando Caracas asumió la presidencia pro témpore del bloque, una prerrogativa que fue rechazada por Buenos Aires, Brasilia y Asunción.

Según esos países, Caracas no cumplía las normas de promoción y protección de los derechos humanos y el denominado Acuerdo de Residencia del Mercado Común del Sur, que establece el libre tránsito de los habitantes de los países socios, que debían ser promulgados como leyes en el país caribeño.

La controversia con sus socios dejó al descubierto el debilitamiento de la influencia internacional que tuvo Venezuela por más de una década en la región y coincidió con la llegada de la centroderecha al poder en Argentina (con Mauricio Macri) y Brasil (Michel Temer), los principales miembros del bloque.

La canciller argentina Susana Malcorra reconoció en su momento que la crisis interna podía afectar el posicionamiento del Mercosur en sus negociaciones con la Unión Europea.

Para volver a ingresar al bloque, el Gobierno de Caracas necesitará renegociar los términos de su membresía de acuerdo con las reglas del Mercosur.

Pero Venezuela ha dicho al bloque que “unas 130 normas, que incluyen un acuerdo de derechos humanos, son inadmisibles”, apuntó un funcionario del Gobierno de Brasil involucrado en las negociaciones.

Eso indica que las conversaciones de readmisión podrían ser tensas y tomar algunos años, agregó el funcionario que pidió reservar su nombre para comentar libremente del caso.

Mientras tanto, Argentina tomará la presidencia pro témpore del bloque comercial a partir del 14 de diciembre, cuando deben reunirse los cancilleres en Montevideo, sede ejecutiva del Mercosur.

Maduro atribuye a hackeo falla en bancos

El presidente Nicolás Maduro denunció ayer que el sistema de intercambio comercial y pago en moneda electrónica de Venezuela sufrió un ataque cibernético y se convirtió en una de las víctimas más recientes de la llamada Guerra Económica, un supuesto plan promovido por sectores opositores locales e internacionales para desestabilizar su gobierno.

“Comprobado 100% que Venezuela sufrió hoy un ataque cibernético”, afirmó Maduro en un acto de gobierno transmitido por la televisión estatal. “Yo me declaro en alerta total”.

El mandatario destacó que la suspensión de los servicios de pago electrónico que se registraron en esta nación sudamericana no fue consecuencia de una falla fortuita.

El presidente informó que su gobierno convocó para el sábado a los directivos de la Asociación Bancaria de Venezuela para revisar la situación, y ordenó al Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional adelantar las investigaciones en la sede de la empresa a cargo de prestar el servicio.

El Consorcio Credicard —que ofrece servicios de pago electrónicos, manejo de las operaciones de tarjetas de crédito y débito a 77% de la banca venezolana— atribuyó a fallas técnicas los problemas en los puntos de venta en todo el país.

En paralelo, Maduro informó que el lunes el Banco Central de Venezuela dará a conocer detalles precisos sobre la próxima entrada en circulación de varios millones de nuevos billetes.