Maduro tira la democracia con una votación de acarreados y 15 muertos

En una elección sin testigos, bajo coacción, con muy poca participación y en medio de protestas, los seguidores de Nicolás Maduro seleccionaron a los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente que redactarán la nueva Carta Magna.

Con la instalación de ente legislativo, el gobierno venezolano pretende retomar el control que ha perdido durante los últimos cuatro meses en lo que Venezuela se ha visto envuelta en protestas y retrasar los comicios regionales, municipales, que debían realizarse en 2016, y presidenciales prevista para 2018.

También pretenden acabar con los focos de oposición. El chavismo ha indicado que la Asamblea Nacional Constituyente se instalará en la sede del Parlamento, con el fin de desplazar a los diputados de mayoría opositora.

Durante los comicios se reportó poca asistencia de electores y aumento de la represión por parte de fuerzas de seguridad de Estado a los disidentes que manifiestan en contra “del fraude Constituyente”.

La poca asistencia de electores contrastó con el plebiscito organizado, sin el apoyo del rector electoral, por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para rechazar la Constituyente de Maduro. Según cifras emitidas por la coalición opositora 7.6 millones de venezolanos manifestaron su descontento con el plan madurista y pidieron las renovación de las autoridades.

En la jornada de ayer, la MUD denunció una abstención cercana al 90 por ciento. La participación hasta “las 6:00 de la tarde es de 12 por ciento (del registro electoral permanente), es decir, dos millones 483 mil 73 personas han participado en este fraude constitucional”, aseguró Andrés Velásquez, en representación de la coalición opositora.

Velázquez señaló que la abstención durante el proceso fue de 88 por ciento, incluyendo los votos nulos. “La gente no salió a votar. Están delatados por la soledad de los centros electorales en todo el país, se quedaron solos”, añadió.

El Gobierno fracasó, se puso la soga al cuello hoy, y el gran derrotado es el Gobierno de Maduro”. Estas declaraciones las dio Henrique Capriles, en una transmisión en vivo, ayer en horas de la tarde a través de sus redes sociales.

Capriles aseguró que “la oposición lo que quiere es cambios. Y no celebramos porque hoy lo que hemos tenido es una brutal represión en todo el país”.

Las cifras de la MUD contrastan con las que anunció el chavismo anoche.

Según la presidenta del rector electoral, ocho millones de personas acudieron a votar.

La cúpula del chavismo salió electa. Entre los mimebros de la Asamblea Constituyente están la primera dama Cilia Flores, la exministra Iris Varela, el vicepresidente del partido de gobierno Diosdado Cabello, el exvicepresidente Aristóbulo Isturiz, los exdiputados Victor Clark y Roque Valero, entre otros, según el reporte premilinar del ente comicial.

Sin garantes y bajo amenaza. La presidenta del rector electoral, Tibisay Lucena, anunció el pasado sábado que, para proteger a los electores, los periodistas deben mantenerse a 500 metros de los centros de votación y de los votantes.

“Pedimos a los medios de comunicación que colaboren con la protección de los electores. El ingreso a todos los centros de votación es restringido, los medios de comunicación no podrán superar el perímetro de seguridad de 500 metros establecidos”, indicó durante una conferencia de prensa. Tampoco hubo presencia de observadores internacionales que dieran cuenta de la transparencia del proceso.

Trabajadores del gobierno denunciaron que el chavismo los amenazó con echarlos del trabajo o quitarles beneficios de seguridad social si no acudían a la elección de los 545 asambleístas encargados de redactar una Carta Magna ajustada a la medida de Maduro.

“Cualquier supervisor o gerente que intente bloquear la Asamblea Constituyente o cualquier trabajador que no vote debe dejar su trabajo este mismo lunes”, es la advertencia que los trabajadores de PDVSA, la petrolera estatal de Venezuela, recibieron del propio presidente de la compañía, Nelson Ferrer, según consta en una circular a la que ha tenido acceso Reuters.

El mismo caso se produjo en otras instituciones del Estado. En algunas, incluso, los “invitaron” a convocar a 15 personas a la mencionada elección.

Maduro también pidió el pasado 17 de julio revisar “nómina en mano” la participación de los empleados públicos en la elección de ayery que ha sido ampliamente criticada por la oposición y la comunidad internacional.

“Todas las empresas, todos los trabajadores, con la nómina en mano, llamando uno por uno, esta semana y el día de la votación, a uno por uno. ¿Ya votaste? ¿Ya ejerciste tu derecho al voto? Muy bien”, manifestó Maduro desde el palacio presidencial de Miraflores.