Manuel Valls, al rescate de la izquierda francesa

Manuel Valls, al rescate de la izquierda francesa
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En París

“Sí, soy candidato a la presidencia de la República”. Por fin, Manuel Valls pudo decir en alto lo que lleva pensando desde hace meses más o menos en bajo. El primer ministro francés ofi cializó ayer su candidatura a la jefatura del Estado en un escenario muy cuidado en Evry, a 30 kilómetros al sur de París, “mi ciudad, la de mi familia y mis hijos”, donde fue alcalde una decena de años, rodeado devarios centenares de seguidores, para visualizar lo que será su eslogan de campaña: “Hacer que gane todo lo que nos une”.

Valls comenzó su discurso con unas palabras sobre el actual presidente de la República, François Hollande, recordando su “afecto” por él, y saludando su decisión de no presentarse a la reelección como jefe de Estado. Su decisión es la de un hombre de Estado que sitúa el interés general por encima de todo”, afirmó Valls, dejando claro que él “jamás he cedido a la tentación del individualismo”, respondiendo a los que ya le han colgado el cartel de “Brutus” por haber traicionado a Hollande, como el presidente del Consejo Nacional de Los Republicanos, Luc Chatel, o el socialista François Kalfon, que apoya la candidatura del ex ministro de Economía Arnaud Montebourg frente a Valls. Las dificultades para el exalcalde de Evry comienzan ya, antes de saber si será elegido como candidato de la izquierda para las presidenciales.

A juzgar por los comentarios de algunos de los “elefantes” del Partido Socialista (PS), la tarea que se ha asignado con su eslogan, “Hacer que gane todo lo que nos une”, va a ser ardua. La antigua líder de los socialistas y hoy alcaldesa de Lille, Martine Aubry, dijo ayer que estará presente “para apoyar un candidato que represente el corazón de los valores del Partido Socialista”.

Valls considera que su candidatura es la más válida para la izquierda y para toda Francia. Frente al resto de candidatos a las primarias, otros siete declarados, él presenta su experiencia como primer ministro y ministro del Interior para frenar la llegada de La extrema derecha que “está a las puertas del poder”, y de la derecha con “sus viejas recetas de los años ochenta”.

Es también la candidatura de “una rebelión” frente a lo que vaticinan todos los sondeos, que la izquierda quedará eliminada en la primera vuelta de las presidenciales y que todo se jugará entre los candidatos ya designados del Frente Nacional y Los Repúblicanos, Marine Le Pen y François Fillon, respectivamente.

Con ciertas dosis de lirismo, Valls aseguró que “el éxito no se mide según la cantidad de la cuenta bancaria, sino según la luz que se tiene en los ojos”. El éxito de François Fillon en las primarias de la derecha se ha convertido en un buen ejemplo para justificar su candidatura. “Nos dicen que la izquierda no tiene ninguna oportunidad, pero no hay nada escrito”, aseguró Valls.