Miles de personas a flote del Titanic Belfast

Miles de personas a flote del Titanic Belfast
Por:
  • notimex

Belfast.- A sólo siete semanas de abrir sus puertas al público, el museo Titanic Belfast ha recibido a más de 125 mil personas de 28 países, superando por más del doble las expectativas iniciales.

“Más de 40 por ciento (de los visitantes) vienen de fuera de Irlanda del Norte”, señaló a Notimex el director ejecutivo, Tim Husbands.

Titanic Belfast, una representación del trasatlántico que se hundió hace 100 años, invita al visitante a descubrir cómo fue construido, el lujo de la primera clase, las historias de los sobrevivientes, el heroísmo del capitán del barco Carpathian que acudió al llamado del Titanic, así como los mitos y leyendas.

“La reacción del público ha sido muy positiva, y la demanda de boletos ha superado por mucho las proyecciones, así es el interés mundial y atractivo que la icónica historia del Titanic despierta en la imaginación del público”, explicó Husbands.

Un grupo de turistas se mostró sorprendido por la experiencia del Titanic, que muestra gigantes pantallas de video rotatorias que transportan al visitante al lujo del Café Parissienne, con el detalle de las mesas y sillas de fina caoba, ambientado con música de la época.

Además, la experiencia te traslada a los camerinos de primera, segunda y tercera clase, con todo el lujo de la época, aunque las cabinas sólo se pueden ver a través de un cristal.

Nueve turistas españolas comentaron a Notimex que la exhibición “la verdad nos sorprendió”, “no nos lo esperábamos” y estamos aquí porque Titanic “es un referente de Belfast”.

Y es que pocos saben que Titanic fue construido en Belfast, Irlanda del Norte, en el astillero Harland and Wolff (H&W), el más grande del mundo en su época.

Belfast, actualmente trata de recuperar su estatus de capital del Titanic, para lo cual ha invertido 97 millones de libras (157 millones de dólares) en un proyecto de regeneración que incluye la experiencia interactiva Titanic Belfast, con un costo de 76 millones de libras (122 millones de dólares).

La fachada del museo es una gigante estructura de acero que imita el gigante casco del trasatlántico, y que de acuerdo con los propios norirlandeses pretende convertirse en ícono de la ciudad, como lo es la Torre Eiffel para París o el Empire Estate de Nueva York.

Una vez adentro, la experiencia te traslada al pasado cuando el diseñador del trasatlántico, Thomas Andrews, afirmó en 1912 que Titanic “prácticamente no se puede hundir”, a menos que se llenen de agua cuatro de los dieciséis compartimentos, lo cual sucedió en cuestión de horas la trágica noche del 14 de abril de 1912, después de chocar contra un iceberg.

El recorrido incluye una visita al dique seco, donde Titanic reposó cuatro semanas para ser pintado y decorado, el último lugar donde estuvo en Belfast antes de ser lanzado al mar rumbo a Southampton, Inglaterra.

El dique es una inmensa excavación de trece metros de profundidad y 268 metros de largo que ha permanecido intacta desde hace cien años, y para lo cual hay que descender por escaleras improvisadas que equivalen a subir y bajar cuatro pisos.

Pocos saben también que H&W empleó a once mil personas que trabajaron más de 54 horas a la semana por un sueldo semanal de una libra esterlina (1.6 dólares), y durante su construcción hubo 254 accidentes y ocho muertes debido a las peligrosas condiciones de trabajo.

Pero lo que queda plasmado en el imaginario colectivo de los visitantes, es el destino de los pasajeros del Titanic, hombres, niños y mujeres que murieron por la falta de botes salvavidas.

Los ejecutivos de la línea de cruceros White Star, dueña del Titanic, decidieron en 1911 instalar sólo 16 botes salvavidas, a pesar de que podía llevar 64 barcos, suficientes para salvar a todos los pasajeros a bordo.

Los norirlandeses, que se caracterizan por su buen sentido del humor, hacen siempre la misma broma sobre el destino del gigante: “Titanic salió bien de Belfast, fue un capitán inglés el que lo hundió”.

vms