El opositor ruso Alexei Navalny despertó del coma en el que se encontraba medicamente inducido 18 días después de sentirse enfermo durante un vuelo, en lo que apunta a ser un caso de envenenamiento. Y lo hizo en medio de las tensiones crecientes entre el gobierno del presidente Vladimir Putin y las potencias occidentales que tienen en vilo la construcción de un importante gasoducto.

A través de un comunicado, el hospital Charité de Berlín, al que fue ingresado el 22 de abril, tras ser trasladado de emergencia desde Rusia, detalló que al abogado le fue retirada la respiración asistida y responde a estímulos externos.

Los médicos, quienes recibieron permiso de la esposa de Navalny para dar información pública sobre su estado de salud, detallaron que aún es demasiado pronto para determinar si tendrá secuelas el envenenamiento con Novichok, un químico desarrollado por la Unión Soviética.

Las noticias sobre su gradual recuperación llegan al tiempo que la oficina de la canciller alemana, Angela Merkel, anunció que podría estar dispuesta a reconsiderar el destino de Nord Stream 2, un proyecto de gasoducto que pasará por debajo del Mar Báltico y enviará gas a Alemania y al resto de Europa, sin pasar por Ucrania.

La líder alemana brindó a través del portavoz Steffen Seibert su apoyo a las declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, quien durante el fin de semana advirtió que si Berlín no recibe respuestas de Moscú podría cambiar su respaldo al proyecto, que hasta finales de agosto había mantenido pues en él participan un centenar de empresas europeas y casi la mitad son alemanas.

Seibert, al ser cuestionado respecto a si Angela Merkel buscaría salvar el gasoducto en caso de sanciones, respondió que la canciller “considera que sería un error excluirlo”.

El proyecto ya ha tenido amenazas de sanciones por parte de Estados Unidos, que cree que hará a Europa energéticamente dependiente de Rusia y lo ve como un competidor de sus propias exportaciones de gas natural licuado al continente; por ello, el presidente Donald Trump dijo ayer que está de acuerdo con que Alemania cancele el proyecto. “He apoyado esa posibilidad. Fui el primero en mencionarlo”, dijo el magnate al ser consultado sobre el tema.

Otros líderes europeos que se pronunciaron ayer son el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Boris Johnson. En una llamada telefónica “expresaron su indignación por el ataque a Alexei Navalny y reiteraron que Rusia debe explicar urgentemente cómo el líder de la oposición fue envenenado con Novichok”, dijeron en un comunicado conjunto.

El canciller británico, Dominic Raab, consideró “muy difícil” pensar en otra explicación “plausible” para el envenenamiento de Navalny que la de una “emanación del estado ruso” , por lo que convocó al embajador ruso en Londres para expresarle su preocupación.

“Es completamente inaceptable que se haya utilizado un arma química prohibida y Rusia debe llevar a cabo una investigación completa y transparente”, dijo Raab a través de su cuenta de Twitter.

Las autoridades alemanas afirmaron la semana pasada que las pruebas revelaron “sin lugar a dudas” que Navalny fue envenenado con un agente neurotóxico del tipo Novichok. Las autoridades británicas identificaron el Novichok de la era soviética como el químico usado contra el exespía ruso Sergei Skripal y su hija en Inglaterra en 2018.

NO DAN SU BRAZO A TORCER

 El portavoz de Vladimir Putin, Dmitry Peskov, aseguró que no ven ningún riesgo de que Alemania cancele Nord Stream y que “cualquier intento de asociar a Rusia o el liderazgo ruso con lo sucedido es inaceptable para nosotros, es absurdo”.

El funcionario acusó a Alemania de “retrasar el proceso de la investigación que exige” al no transmitir los documentos del expediente a las autoridades rusas, con los cuales espera contar “en los próximos días”.

Por su parte, el ministro de Energía ruso, Alexander Novak, prometió que el gasoducto se completará a pesar de las dificultades, y dijo que el tránsito de gas es necesario para Europa, incluso en medio de una caída en la demanda.

Sin embargo, Fyodor Lukyanov, director del Consejo de Política Exterior y de Defensa, un grupo de investigación asesor del Kremlin, consideró que los riesgos de que el proyecto quede inconcluso “son muy reales”, pues no se perfila que nadie en Moscú admita la responsabilidad.

Denuncian secuestro de líder opositora en Bielorrusia

Hombres enmascarados detuvieron ayer a la líder opositora bielorrusa Maria Kolesnikova en el centro de Minsk y se la llevaron en una camioneta; dos de sus aliados también desaparecieron más tarde.

Kolesnikova, miembro del consejo de coordinación de la oposición, es la última de las tres políticas que unieron fuerzas antes de las elecciones presidenciales del 9 de agosto para tratar de desafiar al dictador Alexander Lukashenko.

La agencia de noticias Interfax citó a la policía de Minsk negando que hubiera sido un arresto.

Heiko Maas, ministro de Relaciones Exteriores alemán, exigió conocer su paradero, así como la liberación de todos los presos políticos en Bielorrusia.

Mientras que su homólogo británico, Dominic Raab, advirtió estar “seriamente preocupado” por el bienestar de Kolesnikova y exigió al régimen dialogar con la oposición.