Ola latina de descontento se extiende por Colombia

La tendencia de manifestaciones antigubernamentales en América Latina pegó ayer en Colombia, donde sindicatos, estudiantes, ambientalistas y artistas se unieron en un clamor ciudadano para exigir mejores oportunidades de vida, que se reflejen en el salario mínimo y derecho universal a una pensión, entre otros beneficios sociales, a pesar de que el gobierno asegura que ya están en sus planes de reforma.

El paro nacional, que según las primeras estimaciones podría convertirse en la movilización más grande de la última década, y la mayor en el gobierno de Iván Duque, se inserta en la ola de denuncias en las calles de casi todos los países en América del Sur, en particular Chile y Ecuador, donde varios sectores repudiaron la falta de cercanía de sus gobiernos con las necesidades colectivas.

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Cuando decenas de miles de manifestantes convergieron en la plaza central de Bogotá y otros puntos de encuentro, los bloqueos cerraron algunas estaciones de transporte público. En el vecindario del noroeste de Suba, la policía disparó gases lacrimógenos en un intento de reabrir una estación, mientras que algunos inconformes bloquearon las carreteras con contenedores de basura.

El gobierno denunció que los manifestantes hirieron a 28 policías, en una confrontación entre inconformes y elementos de seguridad en la sede del Congreso. En la ciudad de Cali, donde se decretó un toque de queda, se destrozaron varios autobuses del transporte interprovincial.

El presidente ha rechazado los rumores de que pretende reformar las leyes para quitar prerrogativas a jóvenes y retirados.

“No se ha propuesto ninguna reforma”, dijo Duque durante una rara transmisión en vivo de Facebook esta semana, y agregó que tampoco quiere aumentar la edad de pensión. “Se ha dicho que queremos pagar a los jóvenes menos del salario mínimo. Eso también es una mentira”.

Las protestas también se dan, según activistas, por “la falta de acción del gobierno” para evitar el asesinato de cientos de trabajadores por los derechos humanos y la corrupción en las universidades.

Además, se alega que el gobierno quiere que el fondo de pensiones sea privado y diferenciar los salarios por región.

Duque facultó a las autoridades locales a adoptar toques de queda y límites para portar armas y la venta de alcohol, si era necesario, para contener las protestas.

[caption id="attachment_1055866" align="alignnone" width="696"] Un joven se resiste al arresto, ayer, en el centro de Bogotá. Foto: AP[/caption]

La agencia de migración del país cerró los cruces fronterizos hasta la madrugada del viernes y dijo que expulsó a 24 extranjeros que afectaban la seguridad nacional.

Las manifestaciones se prolongaron durante la noche en Bogotá. El movimiento comenzó en el barrio de Chapinero y se regó por otros sectores. Primero, desde las ventanas de edificios, donde vecinos comenzaron a golpear cacerolas para expresar su descontento; luego tomó más fuerza cuando la gente salió a las calles.