Permiten a Ejército de Líbano detener, juzgar, censurar...

El parlamento libanés aprobó extender el estado de emergencia decretado tras la explosión del pasado 4 de agosto en Beirut, con lo que amplía los poderes del Ejército, permitiéndole restringir libertad de expresión, de reunión y de prensa.

Así, podrán imponer toques de queda, dispersar manifestaciones, censurar medios, detener a quienes considere una amenaza, incluso en sus residencias, y juzgar a civiles en tribunales militares.

Originalmente, el gabinete de Seguridad del primer ministro ahora interino, Hassan Diab, decretó el estado de emergencia el 5 de agosto por ocho días, pero ahora se ha extendido hasta el 21 de agosto y podría ampliarse nuevamente.

Esto ya ha despertado los temores de grupos de derechos humanos, quienes consideran que las fuerzas de seguridad podrán reaccionar enérgicamente contra los ciudadanos molestos por la tragedia que se estima que cobró la vida de al menos 200 personas.

Durante las manifestaciones de la semana anterior, que derivaron en la renuncia del primer ministro, organizaciones civiles advirtieron que se observó fuerza desmedida, por lo que al menos 128 personas resultaron heridas y fue agredida una docena de reporteros.

De los 119 miembros del parlamento que tomaron parte de la sesión (luego de la renuncia de nueve tras el estallido), sólo uno, Osama Saad, se opuso a la extensión del estado de emergencia, advirtiendo que significa la militarización del estado.

Sin embargo, el presidente del parlamento, Nabih Berri, respondió que el ejército “no había tomado medidas que la gente teme, ni reprimió los (canales) de televisión y, a pesar del caos en los medios, no intervino y dejó espacio para la protesta”.

Mientras, la investigación sobre la explosión continúa. A partir del viernes el Poder Judicial interrogará a varios ministros, antiguos y actuales, respecto a las dos mil 750 toneladas de nitrato de amonio.