Pese a urgencia, Trump se resiste a cerrar el país

Pese a urgencia, Trump se resiste a cerrar el país
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se resistió ayer a emitir una orden preventiva de cuarentena total para todo el país, incluso cuando hay una ola expansiva de casos en todo su territorio. En conferencia de prensa, el magnate prometió que su administración trabajará para permitir que las economías locales (negocios) “reanuden cautelosamente” las actividades, en medio del brote.

En su comparecencia diaria con el equipo de respuesta a la pandemia del Covid-19, el mandatario agregó que Estados Unidos, cuya economía ha sido duramente golpeada por la pandemia que tiene al mundo al borde de la recesión, “no fue construido para estar cerrado”.

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“Nuestros expertos en salud pública, que son excelentes, están estudiando la variación y la enfermedad en todo el país, y usaremos datos para recomendar nuevos protocolos para permitir que las economías locales reanuden sus actividades con mucha cautela, en el momento apropiado”, indicó ayer en la sala de reuniones de la Casa Blanca.

La pandemia de coronavirus, que ha enfermado a casi 44 mil estadounidenses, ha obligado a cerrar negocios y causado despidos masivos en la primera potencia del mundo. Trump garantizó que la economía nacional pronto estará funcionando y que esto sucederá más rápido, dentro de tres o cuatro meses, “a partir de ahora”.

"Nuestros expertos en salud, que son excelentes, están estudiando la enfermedad en todo el país, y usaremos datos para recomendar nuevos protocolos para permitir que las economías locales reanuden su actividad con cautela en el momento apropiado”

Donald Trump

Presidente de Estados Unidos

Estados Unidos “volverá a estar, y pronto, abierto a los negocios”, dijo un Trump, cuya política siempre ha priorizado a los grandes corporativos y a los empresarios más ricos, quienes, incluso, han quedado exentos del pago de impuestos, una medida que ha enojado a sus opositores del Partido Demócrata.

A pesar de las declaraciones de Trump, el país aún carece de un plan nacional que contribuya a frenar la propagación. Los proyectos presentados en el Congreso fueron bloqueados por los demócratas, quienes critican al partido del presidente por no incluir en la iniciativa de ley contra el Covid-19, un esquema que proteja a los trabajadores.

El Partido Republicano se centra en que los recursos federales lleguen a las empresas y confía en que sean éstas las que apoyen a sus empleados.

El esquema fue bloqueado la noche de ayer en el Senado y, en respuesta, los legisladores demócratas presentaron la Ley Asumir la Responsabilidad de los Trabajadores y las Familias, que busca inyectar más de 2.5 mil millones de dólares a la economía estadounidense.

Este proyecto busca que la atención médica sea asequible y accesible, refuerza el sistema de atención de salud, protege a los trabajadores de primera línea (expuestos al contagio), pone dinero en los bolsillos de las familias, mejora la compensación por desempleo, amplía las vacaciones pagadas, asegura alimentos, apoya a las pequeñas empresas, ayuda a los gobiernos estatales y locales, invierte en escuelas y universidades, y mantiene el “imperativo constitucional” de celebrar elecciones este año.

Represalias por no aceptar deportación

El gobierno de Donald Trump considerará inaceptable la negativa de algunos países a recibir ciudadanos deportados por parte de Estados Unidos, por lo que habrá represalias.

Así lo informó ayer una fuente de la Casa Blanca citada por Univision.

“Tenemos la intención de actuar en consecuencia si es necesario”, declaró un informante anónimo a la cadena de noticias, después de desestimar la preocupación que podría haber en los países receptores, al decir que las personas expulsadas de Estados Unidos reciben exámenes médicos antes de salir del país.

Los gobiernos de Guatemala y El Salvador han suspendido sus vuelos internacionales como parte de las medidas para controlar la expansión de la pandemia en sus territorios; sin embargo, estas dos naciones centroamericanas aceptaron ser una especie de terceros países seguros, es decir, receptores de solicitantes de asilo, para contener la inmigración ilegal que llega a EU, donde el gobierno busca disminuir los cruces fronterizos.