Por primera vez, ONU investiga ataques a sus refugios en Siria

En un hecho sin precedentes desde que Naciones Unidas mantiene acciones para respaldar a sirios que padecen los estragos de la guerra que inició en 2011, el organismo internacional abrirá una investigación para deslindar responsabilidades respecto a los ataques contra refugios y otros centros de ayuda humanitaria al noroeste de la nación de Medio Oriente.

La medida fue anunciada por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dos días después de que dos tercios del Consejo de Seguridad presionaron para iniciar el expediente, que apunta en contra de Rusia, un aliado del gobierno sirio de Bashar al Asad.

Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, Alemania, Bélgica, Perú, Polonia, Kuwait, República Dominicana e Indonesia entregaron una demanda diplomática formal a Guterres, que obedece a ataques armados contra 14 sitios que atienden a cientos de civiles afectados por el conflicto.

“La investigación cubrirá la destrucción o daños a las instalaciones en la lista de desconflicto y las instalaciones apoyadas por la ONU en el área”, escribió la portavoz del ente internacional, Stephane Dujarric, en un comunicado, en el que agregó que “se determinarán los hechos de estos incidentes y se informará al secretario general.”

Antonio Guterres instó, así, a todas las partes interesadas “a cooperar con la junta (comité de investigación) una vez que se haya establecido”. La ubicación de las instalaciones apoyadas por la ONU y otros sitios humanitarios, como hospitales y centros de salud, se había proporcionado a las partes beligerantes, en un intento por protegerlos; sin embargo, las Naciones Unidas duda de si esta acción, lejos de ayudar, sirvió para hacer de estos puntos blancos de guerra.

Las fuerzas del presidente sirio Bashar al-Asad, respaldadas por Rusia, comenzaron una ofensiva en el último bastión insurgente importante hace tres meses que, según las Naciones Unidas, mató al menos a 450 civiles y desplazó a más de 440 mil.

Ante los anuncios de Guterres, Rusia y Siria aseguraron que sus fuerzas no apuntan contra civiles o contra infraestructura civil y cuestionaron las fuentes del secretario general para verificar los ataques.

“Más de 100 sitios (que protege la ONU) han estado fuera de servicio desde que fueron tomados por grupos terroristas”, agregó el gobierno sirio.

Un grupo de insurgentes tiene un punto de apoyo en el noroeste de Siria, donde está la mayoría de refugios, el más poderoso es el yihadista Tahrir al-Sham, la última encarnación del antiguo Frente Nusra que formó parte de Al Qaeda, hasta 2016.

El viceembajador ruso de la ONU, Dmitry Polyanskiy, comentó en rueda de prensa que Guterres cometió un error al ceder a la presión de Estados Unidos para establecer la investigación y que Moscú investigaría la base legal de la ONU para abrir el expediente.

“Dudamos mucho que esto sea por el bien de la investigación, por el hecho de culpar a Siria y Rusia (por) las cosas que no hicimos”, declaró el funcionario ayer.

El Consejo de Seguridad ha estado en estancamiento, respecto a Siria, con Rusia y China, dos de los cinco poderes de veto del cuerpo junto con Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos. Moscú y Pekín protegen al gobierno de Asad de Occidente.

En 2014, el exsecretario general Ban Ki-moon inició una investigación similar sobre los ataques a las instalaciones de la ONU y el uso de estos sitios para almacenar armas durante los combates sostenidos entre militantes de Israel y Hamás en la Franja de Gaza.

Esa investigación encontró que Israel disparó contra siete escuelas administradas por las Naciones Unidas durante la guerra de Gaza de 2014. Tras estos hechos murieron 44 palestinos que habían buscado refugio en algunos sitios, mientras que militantes palestinos escondieron armas y lanzaron ataques desde varias escuelas vacías de la ONU.

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