Reabren carretera a Isla tras paso de Arthur

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Kill Devil Hills.- Los populares poblados de playa de Carolina del Norte comenzaron a reabrir el sábado después que el huracán Arthur azotó la costa del estado con fuertes vientos y lluvia, para luego seguir rumbo norte sin dejar daños significativos.

La categoría de Arthur fue degradada el sábado temprano a tormenta tropical, pero sus vientos con casi fuerza de huracán azotaron las provincias marítimas de Canadá, dejando a unos 250.000 clientes sin electricidad. La tormenta ha provocado la cancelación de vuelos y demoras en el mayor aeropuerto de la región en Halifax, mientras que varias carreteras locales de Nueva Brunswick quedaron inundadas.

La región estadounidense de Nueva Inglaterra se salvó en lo fundamental de los daños de Arthur, pero unas 19.000 personas en Maine y 1.600 en Vermont no tenían electricidad después que los fuertes vientos y lluvias golpearon la región. Hubo informes de inundaciones localizadas en áreas costeras de Massachusetts y el ferry Nova Star suspendió su servicio el viernes y el sábado por la mañana debido a la marea peligrosa. No se han reportado muertes ni lesiones hasta el momento.

Los efectos del huracán en Carolina del Norte estuvieron confinados sobre todo a las islas Hatteras y Ocracoke, y algunos vacacionistas ya habían regresado a las playas el norte y sur de la región el viernes.

Pero las fuertes marejadas se mantenían peligrosas el sábado, con el peligro de que las corrientes arrastraran a los bañistas. Pero eso no evitó que miles de personas disfrutaran del sol y la arena, dejando a los salvavidas la tarea de advertir de los peligros.

"Vamos a tratar de que estas personas no entren al mar para mantenerlos seguros", dijo David Elder, supervisor de salvavidas de la localidad de Kill Devil Hills. "Pero si las condiciones mejoran, con gusto eliminaré las restricciones". Más de 600 de los 700 rescates en el mar realizados el año pasado por el departamento de Elder se debieron a las corrientes, dijo.

Los vecinos de Hatteras empezaron a regresar el sábado. Las autoridades probaron el Puente Bonner, de tres kilómetros (dos millas) para determinar si era seguro para el tráfico. El puente abrió al mediodía para los vecinos de Hatteras y trabajadores esenciales.

Pero más al sur, el sistema eléctrico de Ocracoke resultó fuertemente dañado, lo que llevó a las autoridades a ordenar a la población que no usara los aires acondicionados y calentadores de agua, para permitir el uso de refrigeradores y otros equipos esenciales durante un ciclo de apagones programados. Las autoridades también declararon un toque de queda de 10:00 de la noche a 6:00 de la mañana hasta que el servicio eléctrico esté completamente restaurado. También se invitó a los vacacionistas a retirarse de la zona con la oferta de viajes gratis en ferry.