Movilización en Cuba

Respalda EU libertad y AL ve desestabilización

Mandatarios convocan a evitar injerencia en la región; líderes latinos señalan que la administración de Biden está acostumbrada a destruir a otros

Uniformados vigilan las calles de La Habana, para apagar nuevos estallidos, ayer.
Uniformados vigilan las calles de La Habana, para apagar nuevos estallidos, ayer.Foto: AP
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Tras la histórica movilización en Cuba, el Gobierno de Estados Unidos exhortó al régimen de Miguel Díaz-Canel a respetar la libertad de expresión y escuchar el reclamo legítimo de una ciudadanía inconforme; mientras que en América Latina generó división la situación entre quienes alertaron sobre injerencia extranjera y quienes se unieron a las acusaciones de desestabilizaciones contra EU.

El presidente Joe Biden resaltó la valentía de un pueblo oprimido y aplaudió el clamoroso llamamiento de libertad en el país, con el que miles de cubanos salieron a las calles el pasado 11 de julio.

Y sostuvo que para dar respuesta a la exigencia de comida y medicinas en medio de una crisis sanitaria es necesario “escuchar a su pueblo y servir a sus necesidades”.

En tanto, los mandatarios de México, Argentina y Bolivia pugnaron por respetar la soberanía y dejar resuelvan esa crisis.

Andrés Manuel López Obrador sostuvo que la mejor manera de salir de esta crisis es un diálogo para evitar incidentes, pero insistió que es un asunto que sólo compete a los cubanos y hasta ofreció ayuda “sin ninguna tendencia o sesgo político”.

En la misma postura se situó Alberto Fernández quien aseveró que son asuntos internos y que el único gobierno “que tiene que decir qué debe hacer es Cuba”; sin embargo, admitió que el bloqueo estadounidense ha generado un daño incalculable a la nación; mientras que Luis Arce, quien indicó que sólo Cuba debe atender su situación y en redes sociales se sumó a los reclamos de #EliminaElBloqueo, hecho en el que previamente se pronunció Rusia al advertir que no permitiría ninguna intromisión.

En contraste, desde Nicaragua y Venezuela y hasta la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) recriminaron las acciones para desacreditar al gobierno de Miguel Díaz-Canel.

Incluso, Daniel Ortega, luego de las sanciones de EU contra su gestión y aliados por la represión a opositores, sostuvo que su Gobierno también ha vivido acciones de “desestabilización yanqui”.

Por lo anterior, se lanzó contra este gobierno e ironizó, a través de un comunicado, sobre las similitudes de un patrón imperialista, proveniente del mayor desestabilizador y destructor del planeta; mientras que su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, afirmó “conocemos cada uno de los aspectos de ese formato, todas las mentiras, difamaciones y calumnias, las conocemos (…) en Cuba, en Nicaragua, en los pueblos hermanos de América del Sur”.

En tanto, Nicolás Maduro agregó que para terminar con la situación que vive el pueblo hermano urge el levantamiento de sanciones que aplica EU contra gobiernos rivales; mientras que ALBA mantuvo la postura nicaragüense al recriminar las continuas campañas e “intentos de provocar un estallido social para justificar una intervención externa”, acciones que insistió son financiadas desde la potencia que encabeza Biden, por lo que demandó acabar con todas las medidas coercitivas unilaterales.

Por separado, el mandatario brasileño Jair Bolsonaro resaltó que las movilizaciones son una clara muestra del interés de poner fin a “una dictadura cruel” que masacra las libertades.