Temer apoya a su partido, pero hace guiño a rival

Temer apoya a su partido, pero hace guiño a rival
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El presidente de Brasil, Michel Temer, expresó su apoyo al candidato de otro partido y también al de su propia organización, de cara a las elecciones presidenciales de octubre.

En una entrevista publicada el jueves por el diario Folha de S.Paulo, Temer dijo que sus partidarios ven muchas semejanzas entre sus políticas y las del gobernador del estado de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, candidato del Partido Social Demócrata.

El candidato del partido de Temer, el Movimiento Democrático, es el exministro de Hacienda Henrique Meirelles, quien aparentemente intenta distanciarse de Temer.

Varios de los partidos que apoyan a Temer en el Congreso se han unido a la búsqueda de Alckmin de la presidencia.

“Si dices: ‘¿A quién apoya la administración?’, parece que es a Geraldo Alckmin, ¿o no? La base política de la administración, incluida la de su partido, está con él”

Michel Temer

Presidente de Brasil

Al preguntarle si una victoria de Alckmin significaría la continuidad de su gobierno, respondió: “Eso puede ser cierto. En primer lugar por lo que le oigo decir. En segundo, porque quienes nos ayudaron a hacer reformas formarán parte del gabinete si él gana”.

No quedó claro de momento si alguno de esos candidatos recibió con agrado el respaldo expresado por Temer. Una encuesta de Datafolha en junio halló que 82 por ciento de los brasileños consideran que su presidente hace un trabajo deficiente, el número más elevado desde que el instituto comenzó a hacer la pregunta en 1989.

“Tendré cuidado de no hacer campaña para ninguno (Alckmin o Meirelles)”, dijo Temer, quien ocupó el puesto después de que Dilma Rousseff fue destituida en 2016.

Por ahora, ambos candidatos van muy rezagados en los sondeos. Quien lleva la delantera es el encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, a quien probablemente le prohíban postularse.

El Dato: Al cierre de su gobierno, 82 por ciento de los brasileños desaprueban la gestión del presidente Temer, el índice de descontento más alto desde 1989.