Trump acusa al FBI de espiar su campaña

El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró ayer que documentos recientemente divulgados relacionados con grabaciones secretas de su exasesor de campaña, Carter Page, “confirman, con poco margen de duda”, que los servicios de inteligencia engañaron a las cortes que autorizaron las grabaciones. Pero legisladores de ambos partidos dijeron que los documentos no indican nada inapropiado.

El dato:

El actual abogado de Donald Trump, Rudy Giuliani, confirmó el viernes la veracidad de las grabaciones.

Los documentos son el centro de una tormenta política durante meses. Algunos republicanos insinúan que el FBI tergiversó evidencias para obtener autorización judicial para vigilar a Page, mientras investigaban posible conspiración entre el gobierno ruso y el asesor de Trump. Los documentos no fueron públicos hasta el pasado sábado, cuando salieron a la luz a través de la Ley de Libertad de Información.

Los archivos judiciales, a pesar de tener secciones censuradas, muestran que el FBI manifestó al tribunal que Page “estuvo colaborando y conspirando con el gobierno ruso”. La agencia también aseguró a la corte que “el FBI cree que Page fue blanco de los intentos del gobierno ruso por reclutarlo”.

Los documentos fueron parte de la solicitud que funcionarios presentaron para obtener la autorización ante una Corte encargada de casos de espionaje, que aprobó la vigilancia de Page.

Trump tuiteó ayer que los documentos “como siempre están bastante censurados de manera ridícula pero confirman con poco margen de duda que el Departamento de ‘Justicia’ y el FBI engañaron a las cortes. ¡Cacería de Brujas Manipulación, un Fraude!”.

El dato:

El audio fue hallado por el FBI en el estudio de su exabogado, Michael Cohen.

El representante demócrata Adam Schiff, de California, más alto cargo demócrata en la Comisión de Espionaje de la Cámara baja, explicó que los textos detallan “por qué el FBI estaba tan preocupado de que Carter Page pudiera actuar como agente de una potencia extranjera”.

“Fue una buena solicitud y renovaciones aprobadas por cuatro diferentes jueces nombrados por tres diferentes presidentes republicanos”, afirmó Schiff en This Week, de ABC.

The New York Times informó que un juez aprobó el documento inicial de vigilancia telefónica; autorización ratificada posteriormente en tres oportunidades por otros magistrados.

En el documento, redactado un mes antes de la victoria de Trump, el FBI dice creer que “los esfuerzos del gobierno ruso son coordinados con Page y tal vez con otros individuos asociados a la campaña del Candidato #1”, en referencia al postulante republicano.

“Page estableció relaciones con funcionarios del gobierno ruso, incluidos agentes de inteligencia”, agrega el texto.

El republicano Marco Rubio también estuvo en desacuerdo con Trump y dijo que no cree que el FBI hizo algo inapropiado al obtener autorización judicial para ir en contra de Page.

“Acerca de este asunto, tengo una manera de pensar diferente a la del presidente y la Casa Blanca”, aseveró Rubio en Face the Nation, de CBS. “Ellos no espiaron a la campaña. Aquí hay una persona que ha alardeado abiertamente de sus vínculos a Rusia y los rusos”, agregó el senador.

Page niega ser agente de Rusia. “No, nunca he sido agente de una potencia extranjera”, reiteró ayer a CNN.

Magnate va contra la inmigración legal

Un reporte del diario The Hill reveló que la administración Trump está tomando acciones para deportar a los inmigrantes que ya obtuvieron la ciudadanía.

En ese sentido, el director del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) aseguró a la agencia AP recientemente que su departamento está contratando a docenas de abogados y funcionarios de inmigración para que revisen los casos de inmigrantes que son sospechosos de haber mentido a funcionarios durante el proceso de naturalización.

La oficina hizo público, el pasado 5 de julio, un memorando en el que anunciaba su plan para comenzar a emitir notificaciones, en los que se requiere a los inmigrantes para que comparezcan ante un juez de inmigración en una fecha determinada, lo que puede ser el primer paso de un proceso de deportación.

Los expertos dicen que el cambio de política, junto con lo que viene después, podría ampliar enormemente el número de personas que se envían para su deportación.