Trump contagia desconfianza en sistema electoral a sus seguidores

Trump contagia desconfianza en sistema electoral a sus seguidores
Por:
  • la_razon_online

Los alegatos dudosos de Donald Trump de que la elección presidencial está “amañada” han echado raíces entre sus seguidores, quienes opinan que tendrán serias dudas sobre la legitimidad del resultado de la elección si Hillary Clinton gana, de acuerdo con un sondeo de The zated Press-GfK.

Sólo 35 por ciento de los seguidores de Trump dice que probablemente aceptará los resultados de la elección como legítima si Clinton gana, mientras que 64 por ciento se dice propenso a tener serias dudas sobre la exactitud del conteo de votos si es que el candidato republicano no es el ganador.

“Por supuesto que creo que está amañada, y no aceptaré los resultados”, dijo Mike Cannilla, de 53 años, un simpatizante de Trump que vive en Staten Island, Nueva York. “Viene desde arriba: Obama está tratando de tomar control del país, él está encubriendo todos los delitos de Hillary y está controlando los medios que tratan de que Trump pierda”.

“Nuestra única opción el 9 de noviembre es si los militares toman consciencia y actúan por cuenta propia”, dijo Canilla.

En contraste, el 69 por ciento de los seguidores de Clinton dice que aceptará el resultado si es que Trump gana. Apenas 30 por ciento de los seguidores de la candidata presidencial demócrata dicen tener reservas para aceptar los resultados si la exsecretaria de Estado pierde el 8 de noviembre.

En general, 77 por ciento de los probables votantes dice que aceptará la legitimidad de los resultados si Trump gana, mientras que 70 por ciento dice lo mismo de un triunfo de Clinton.

En las últimas semanas, Trump ha recalcado sus dudas sobre la integridad del sistema electoral estadounidense, haciendo de esto parte vital de sus argumentos de cierre. Cuando en el último debate presidencial se le preguntó si aceptaría los resultados de la elección, Trump respondió: “Voy a mantener el suspenso”.

Esa declaración extraordinaria, que tiene el potencial de desafiar la transición pacífica de poder, que ha sido un sello distintivo de la democracia estadounidense, no tuvo repercusiones en su base de simpatizantes.

El sondeo fue realizado vía online entre el 20 y 24 de octubre. El margen de error de todos los encuestados es de más o menos 2.75 puntos porcentuales.

La numerosa votación anticipada de personas con más probabilidad de apoyar a Hillary Clinton —demócratas registrados, minorías y jóvenes, entre otros— podría acabar prácticamente con las posibilidades del republicano Donald Trump de conseguir los 270 votos electorales necesarios para llegar a la Casa Blanca.

Clinton está mostrando buenos resultados en Florida y Carolina del Norte, dos estados que Trump necesita ganar, así como en los indecisos Nevada, Colorado y Arizona. Hay incluso más indicios favorables para la demócrata en Utah y Texas, dos estados de tendencia republicana.

“Para Trump va a ser muy difícil ganar”, comentó Michael McDonald, profesor de la Universidad de Florida especialista en participación electoral. Otros analistas también esperan un buen resultado final de Clinton basándose en la participación inicial.

Republicanos prevén revuelta ante derrota

Grandes multitudes aún reciben a Donald Trump cuando llega a una ciudad.

Aficionados esperan en largas filas para asistir a sus mítines, pero por debajo de los aplausos, una nueva emoción se está consolidando entre algunos partidarios de Trump mientras luchan con los sondeos que predicen que el magnate va a perder la elección.

Jared Halbrook, de 25 años, Wisconsin, asegura a The New York Times que si Trump pierde ante Clinton, podría dar lugar a “otra guerra revolucionaria”.”La gente va a marchar en las capitales”, dijo Halbrook, quien trabaja en un centro de llamadas. “Ellos van a hacer lo que hay que hacer para sacarla de la oficina”.

Las entrevistas con más de 50 partidarios de Trump en eventos de campaña en seis estados durante la semana pasada revelan cambios marcados en el estado de ánimo. “Tengo miedo de que el país va a entrar en una revuelta”, dijo Roger Pillath, una maestra jubilada de Coleman.