Trump incumple promesa: separa 463 familias más

Trump incumple promesa: separa 463 familias más
Por:
  • martha_cotoret

“Considero esta orden ejecutiva como muy importante. Se trata de mantener a las familias juntas mientras nos aseguramos de tener una frontera fuerte. No me gusta la imagen de ver a familias siendo separadas”, asegura Donald Trump el pasado 20 de junio para detener la polémica separación de niños inmigrantes de sus padres.

Un mes después el presidente de Estados Unidos parece haber olvidado su promesa. Según un reporte del gobierno federal y la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), 463 padres fueron deportados a Centroamérica sin sus pequeños. La nueva ola de expulsiones agrava la crisis generada por la separación de más de tres mil familias, a 24 horas de que venza el plazo para que la administración estadounidense reúna a la totalidad de centroamericanos.

El informe no detalla por qué estos extranjeros fueron echados del país norteamericano, pero funcionarios del gobierno reconocieron previamente que algunos fueron deportados sin sus hijos. La ACLU denunció que los padres firmaron la orden de deportación sin la debida asesoría de un abogado.

[caption id="attachment_775563" align="alignleft" width="181"] Gráfico: La Razón de México[/caption]

El gobierno de Estados Unidos no ha podido cumplir con los plazos para la reunificación de las tres mil familias que fueron separadas. “El Departamento de Salud sabe la identidad y la localización de cada menor de edad de los 3 mil que están bajo nuestra custodia y actúa para proceder a la reunificación familiar de la forma más rápida que sea posible”, justificaba Alex Azar, titular de este despacho, el pasado 5 de julio.

El Dato: El gobierno de Trump defiende ante el magistrado la potestad de ejecutar la expulsión.

Sin embargo, ONG denunciaron el desorden con el que las autoridades estadounidenses están llevando estos casos: traspapelaron los expedientes y no tienen las direcciones de algunos de los padres que fueron deportados.

La juez de distrito Dana Sabraw en San Diego ordenó el mes pasado al gobierno reunir a los infantes con sus padres en el marco de una demanda presentada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por su sigla en inglés).

El pasado lunes el Departamento de Salud —que está a cargo del resguardo de los menores— aseguró que hay 917 padres no cumplen los requisitos para recibir a sus hijos o que todavía no se sabe que si pueden ser reunidos con ellos. Esa cifra incluye a los padres que ya no se encuentran en el país, así como a los que fueron considerados no aptos debido a condenas penales o por otros motivos.

Los defensores de los inmigrantes expresaron su alarma sobre los padres deportados sin sus hijos, diciendo que la situación puede crear problemas con los casos de los niños. “¿Cómo podemos avanzar en un caso si no conocemos los deseos de los padres?”, aseguró Megan McKenna, portavoz de Kids in Need of Defense a Reuters previamente este mes.

Trump responsabiliza de la medida de separar familias al Partido Demócrata, al que acusa de haber aprobado una ley migratoria. “Detesto que esos niños sean separados (de sus familias). Los demócratas tiene que cambiar la ley. Es la ley de ellos”, afirmó el mandatario durante un extraordinario contacto con la prensa en los jardines de la Casa Blanca, el pasado 15 de junio.

Violan los derechos humanos

Todos los inmigrantes están protegidos por el derecho internacional.

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ratificado por EU en 1992, establece que cuando un gobierno arresta, detiene o encarcela a una persona, debe tratarla de forma humana y respetando “la dignidad inherente de la persona humana”.

De acuerdo a la Academia Estadounidense de Pediatría las condiciones en centros de detención estadounidenses son deplorables: “incluyen forzar a los niños a dormir en pisos de cemento, inodoros abiertos, exposición constante a la luz, alimentos y agua insuficientes, instalaciones para bañarse y temperaturas extremadamente frías”.

Según la academia, los efectos de la detención en niños y padres a menudo incluyen “ansiedad, depresión y trastorno por estrés postraumático”.

Para los más de tres mil niños que fueron separados de sus padres en la frontera, los efectos son aún más dañinos. En un artículo reciente en el New England Journal of Medicine, Fiona Danaher, pediatra, asegura que la separación puede obstaculizar el desarrollo de los niños y causar enfermedades físicas y mentales de por vida.