Trump obliga a leales a no cooperar en el impeachment

Aunque las reglas aprobadas del juicio político contra el presidente de EU, Donald Trump, dejaron un menor margen a la Casa Blanca para negarse a colaborar con la investigación de la Cámara de Representantes, el magnate mantiene la presión sobre funcionarios de la administración para hacer que su lealtad sea firme al momento de ser citados por los legisladores.

De acuerdo con el Washington Post, Russell Vought, uno de los principales aliados del jefe de Gabinete de Trump, Mick Mulvaney, prevé desafiar el citatorio del Congreso, que lo busca para que testifique sobre la colusión de Trump con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, a quien persuadió a indagar a Joe Biden, el posible rival del magnate en 2020.

Vought, quien dirige la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, y dos de sus subordinados tienen la intención de demostrar su lealtad al presidente, dispuestos a que en la Cámara se les acuse de obstruir las averiguaciones.

Según el Post, el Partido Republicano en el Congreso adelantó que el asesor de Trump, Robert Blair —uno de los funcionarios que presenció la llamada telefónica entre el presidente y su par ucraniano— se negará a presentarse a la comparecencia de este lunes.

El dato. El mandatario criticó el combate a incendios por parte del gobernador de California y amenazó con recortar los recursos federales de apoyo.

El desafío de estos personajes a una solicitud del Poder Legislativo se produce cuando Trump externó su enojo porque muchos de “sus empleados”, como se refiere a los funcionarios, van a la sede de la Cámara baja y testifican en su contra, citó el diario estadounidense, que entrevistó a un colaborador anónimo del gobierno.

Esta misma fuente detalló al periódico que, incluso, el presidente solicitó copias de las declaraciones de los testigos en el juicio político (impeachment) para saber quién lo traiciona; además se quejó de que sus abogados no hacen lo suficiente para evitar que su equipo de trabajo tenga que testificar y alentó a los miembros del Partido Republicano en el Congreso a cuestionar la credibilidad de las personas que trabajan en su propia administración.

Otros dos funcionarios referidos por el Washington Post, ayer, aseguraron que Trump cuestionó en varias ocasiones la lealtad de los ayudantes de su jefe de Gabinete, pero que éste le aseguró al presidente que no se presentarían ante el Congreso en caso de ser requeridos.

Los legisladores demócratas están comprometidos con el esfuerzo de reunir la mayor evidencia posible que confirme que Trump trató de retener casi 400 millones de dólares en ayuda de seguridad para Ucrania, a menos que ese país iniciara investigaciones políticamente cargadas que podrían beneficiarlo.

Vought, Blair y los otros dos funcionarios de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca (OMB, por sus siglas en inglés), podrían arrojar más luz sobre esas decisiones.

Una portavoz de la OMB comentó ayer que sus funcionarios simplemente cumplen con la directiva de la presidencia, que considera que la investigación sobre la destitución es ilegítima o una “cacería de brujas” de los demócratas.

En el contexto del impeachment, el testigo anónimo que desató toda la trama, que convirtió al magnate en el tercer mandatario en ir al banquillo de los acusados, ofreció a los legisladores entregar su testimonio por escrito, con la finalidad de reforzar la idea de que Trump traicionó al país.

Según los abogados del denunciante, su cliente está en la disposición de responder a todas las preguntas que los republicanos, partidarios del gobierno, tengan sobre la validez de sus acusaciones.

La oferta fue efectuada luego de que Trump comenzó a exigir al Congreso y a la comunidad de Inteligencia que se divulgue la identidad del denunciante. El acusador “debe decir quién es”, tuiteó ayer.

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