Advierten falta de estrategia industrial en proyecto de ZEE

Advierten falta de estrategia industrial en proyecto de ZEE
Por:
  • Berenice Luna

Mientras Canacintra afirma que la cancelación de las Zonas Económicas Especiales (ZEE) significaría un “error estratégico” que costaría al país años de atraso a la región sur-sureste, analistas aseguran que se trataba de un proyecto positivo, pero que no estaba fundamentado en una política industrial correcta que en verdad detonara el desarrollo.

De acuerdo con José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), ni en la administración del presidente Enrique Peña Nieto ni en el actual gobierno se buscó potenciar el desarrollo del proyecto, sobre todo porque nunca se contó con un plan industrial, ni con la asignación del presupuesto suficiente para hacerlo.

Refirió que el plan industrial debe definir los sectores estratégicos que quieren detonar; necesita generar el acceso a la banca de desarrollo que apoye financieramente los proyectos que se quieren impulsar; y necesitan contar con la infraestructura necesaria para acceder a ello, además de generar el desarrollo urbano y la innovación tecnológica necesaria, comentó a La Razón.

Refirió que el proyecto no cuenta con una definición bien establecida, lo cual, generó que no se contara con lo necesario para que tuviera un lanzamiento más fuerte, situación que causó que el proyecto se alentara.

“Las zonas económicas en el mundo, su éxito radica en que son consecuencia de una política industrial; que tienen un alto presupuesto asignado; y que lo que buscan es generar zonas muy competitivas. En México se tenían los decretos, se habían anunciado, pero no se aplicaron con la fuerza necesaria”, especificó.

En mayo del año pasado, el exrepresentante de la Autoridad Federal para el Desarrollo de ese proyecto (AFDZEE), Gerardo Gutiérrez Candiani, refirió que hasta ese momento se tenían contabilizadas 13 empresas que podrían cumplir con los requisitos para ser empresas ancla en las siete zonas económicas; así como siete mil 100 millones de dólares en inversiones comprometidas de un total de 81 empresas que buscaban participar.

Además, Candiani refirió que en agosto se estarían anunciando los otorgamientos de los permisos en las ZEE, mismos que fueron anunciados el 7 de julio de 2015, para que las empresas comenzaran a realizar sus primeras inversiones; acción que no se dio a conocer y, por lo tanto, no se asignó la primera Zona a finales del sexenio pasado, como se tenía previsto.

El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Enoch Castellanos Férez, mencionó que el Gobierno federal debe tener claro si quiere acabar con las condiciones de marginación, pobreza e inseguridad que aquejan a las entidades del sur-sureste del país o “nada más quiere administrarla”, ya que con estas decisiones no se está buscando el bienestar de la sociedad.

“Si queremos acabar con la pobreza y la inseguridad, tenemos que aceptar todo tipo de inversiones, locales y extranjeras, pero no decirlo únicamente como retórica, sino con acciones”, argumentó.

Cabe mencionar que Rafael Marín Mollinedo, actual jefe de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales, informó el pasado martes que la Secretaría de Hacienda se encuentra analizando el futuro del proyecto, y se definirá en dos meses.

SE PUEDEN INTEGRAR A PROYECTOS ACTUALES. Por otra parte, José Antonio Hernández, gerente del Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción (Ceesco), aseguró que por su vocación de atraer a Pequeñas y Medianas Empresas regionales, las Zonas Económicas deberían adherirse a los proyectos que busca realizar esta administración, como el Tren Maya, el Transístmico y la Refinería de Dos Bocas.

En este sentido, comentó que para que ambos proyectos pudieran complementarse (ZEE y proyectos de AMLO), se debe articular economías a escala, detonando un círculo virtuoso para el desarrollo de infraestructura, aumentando así las oportunidades de trabajo, en este sentido, para las empresas constructoras, quienes buscaban tener una mayor participación en el proyecto.

“Puede ser una gran oportunidad o un gran fracaso, todo dependerá de la manera en cómo se realice esa integración que se necesita”, refirió.