Pese a expectativas, ingresos por IEPS disminuyen en 2017

Aunque se esperaba que con el reciente repunte en los precios del petróleo y con la liberalización de los combustibles sin subsidio, la federación recabaría mayores recursos a los presupuestados, tanto por parte de los ingresos petroleros como por el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a combustibles, dada la estructura del esquema fiscal de las gasolinas y el diésel.

De acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (Ciep), lo anterior sugiere que un alza en el precio del crudo no implica, necesariamente, mayores ingresos para el fisco.

La investigación “Ingresos petroleros contra IEPS a combustibles. El impacto recaudatorio del estímulo fiscal”, especifica que de acuerdo con el Presupuesto de Gastos Fiscales de 2017, el estímulo fiscal tendría un costo de recaudación para la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de 65 mil 929 millones de pesos.

Por su parte, en la Ley de Ingresos de la Federación, del mismo año, la dependencia estimó recaudar 284 mil 432.3 millones de pesos por concepto de IEPS a combustibles; sin embargo, si se resta el costo del estímulo fiscal, la recaudación del IEPS se redujo a un monto neto de 218 mil 503.3 millones de pesos.

Alejandro Limón, investigador de Energía y Finanzas Públicas del Cieps, destacó que el aumento en el precio de la mezcla mexicana, con respecto al estimado en los Criterios Generales de Política Económica en 2017, implicó mayores ingresos petroleros; no obstante, fueron inferiores al gasto que significó el estímulo fiscal, por lo que el saldo final por una alza en el precio de la mezcla fue de menos 27 mil 991.9 millones de pesos.

En este sentido, recordó que aunque el IEPS a combustibles fungió como uno de los contrapesos a la caída de los ingresos petroleros, dada la naturaleza volátil del mercado, los precios del crudo comenzaron a subir, por lo que durante 2017, el precio promedio de la mezcla fue de 46.4 dólares por barril, cifra superior a los 42 dólares que contemplaban los Criterios Generales de Política Económica.

“Bajo un escenario en donde el gobierno dejó de subsidiar los combustibles, se supondría que un alza en el precio de la mezcla mexicana, superior al estimado, traería mayores recursos a los aprobados en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) 2017.  Sin embargo, esto no se observó en 2017 debido a la pérdida del potencial recaudatorio que el estímulo fiscal implicó para la recaudación de IEPS a combustibles”, señala el documento.

Por último, especifica que si se considera que el Brent7 cerrará en 2019 en 61.5 dólares por barril, se puede inferir que el precio de la mezcla mexicana no disminuirá en el corto plazo, por lo que se observaría el mismo comportamiento que en 2017.

“Si bien un mayor precio del petróleo puede traer mayores ingresos petroleros, el beneficio adicional podría verse disminuido por la pérdida del potencial recaudatorio que el estímulo fiscal ejerza sobre el IEPS, a como sucedió en 2017”, finalizó.