PIB nacional de 1.9% en 2016, espera BofA

PIB nacional de 1.9% en 2016, espera BofA
Por:
  • lindsay_h._esquivel

Bank of America Merril Lynch (BofA) redujo su pronóstico de crecimiento para México a 1.9 por ciento, desde un previo de 2.3 por ciento para 2016 y a 2.1 por ciento de 2.3 por ciento para el 2017; lo anterior, debido a que la institución financiera espera una debilidad económica hacia el segundo semestre después de un resultado negativo en el segundo trimestre de 2016.

“Las razones son la débil demanda externa, políticas fiscales y monetarias de menor apoyo”, sostuvo el economista en jefe del banco, Carlos Capistrán, al mismo tiempo que reconoció que sus pronósticos se encuentran por debajo del consenso de los analistas privados.

Para el especialista, el sector servicios ha tenido una dinámica fuerte, apoyada por la baja inflación, la cual permitió un crecimiento de los salarios reales y tasas de interés negativas por algún tiempo, y también por la depreciación del peso que permitió a los mexicanos cambiar su consumo por bienes domésticos en lugar de productos y servicios extranjeros, y a que aumentó el valor en pesos de las remesas.

En contraste, el sector industrial ha tenido un crecimiento débil debido a la caída continua en la producción de petróleo y la debilidad en la manufactura, que a su vez es consecuencia de la débil demanda externa, de forma particular por parte de Estados Unidos. No obstante, dijo Capistrán, se empieza a cerrar la divergencia entre ambos sectores, pues los servicios están desacelerándose.

“Del lado de la demanda, todos los componentes están contrayéndose o se han desacelerado considerablemente. El consumo se ha estancado, las inversiones van a la baja, y el gasto del gobierno y las exportaciones van a la baja”, sostuvo.

La reducción de la perspectiva de crecimiento en parte refleja la desaceleración que ya ha ocurrido, pero también que se espera una actividad económica débil.

Con respecto a la política fiscal, BofA consideró que apoyará menos a la economía que en el pasado, ya que el gobierno está en el proceso de recortar el déficit de 4.1 por ciento en 2015 a 3.5 en 2016 y 3.0 en 2017, utilizando las medidas más amplias de un déficit.

“La mayor parte de la reducción se está realizando a través de un recorte en el gasto público, que ya ha tenido un efecto negativo en el crecimiento del PIB”, aseveró.

En materia de política monetaria, luego de las alzas en las tasas de interés desde diciembre de 2015, Capistrán considera que ahora este rubro está proporcionando menos estímulo para la economía.

Pero además, prevé que el Banco de México siga aumentando sus tasas, aunque a un paso menor dada la desaceleración de la economía, lo que reducirá aún más el estímulo.

El riesgo, dijo, es que Banxico siga favoreciendo la estabilidad sobre el crecimiento y aumente la tasa a un nivel mayor que la tasa neutral, lo que sería negativo para la economía.