Prohibir venta de refrescos y alimentos en Oaxaca daña a pequeños comercios: CCE

El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) aseguró que el decreto que prohíbe la venta de bebidas no alcohólicas y alimentos preenvasados a menores de edad en Oaxaca, daña a las cadenas de valor en particular a los pequeños comercios.

El organismo empresarial señaló que calificar alimentos como buenos o malos o recurrir a prohibiciones no es la solución, pues no genera acciones reales para atacar el problema de raíz; por lo que lamentó la falta de apertura o disposición al diálogo de los legisladores locales que aprobaron la normativa sin tener en cuenta a las partes afectadas.

Indicó que México requiere contar con una política pública integral de salud donde se incentive la actividad física, hábitos de vida saludable y se cuente con la información necesaria para la toma de decisiones.

Por su parte, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) manifestó que si bien es loable que el Congreso de Oaxaca busque contrarrestar los efectos negativos del sobrepeso y la obesidad en la población de dicha entidad, las disposiciones reformadas se contraponen a la normatividad vigente en materia de educación y salud, por lo que rechazó esta disposición.

“A lo largo de varias semanas, los sectores involucrados nos acercamos con legisladores de todos los grupos parlamentarios que integran el Congreso de Oaxaca, para generar mesas de trabajo que permitieran escuchar a los expertos y comerciantes sobre las consecuencias de la reforma. Sin embargo, no fuimos considerados durante su discusión”.

Subrayó que la entrada en vigor de esta reforma generará un alto impacto económico en diversos sectores de la entidad, afectando principalmente a las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes), incluyendo a los productores artesanales de cacao y chocolate, que son imagen e identidad de los oaxaqueños

Por ello, el CCE en su conjunto hizo un llamado a las autoridades estatales y federales a establecer un diálogo para atender los problemas de salud de la población, que busque soluciones integrales, basadas en evidencia y sin afectar las economías regionales y el sustento de las millones de familias mexicanas que laboran en las cadenas de producción alimentarias y su comercialización.

JVR