El límite real al deseo de construir un sistema de trenes de pasajeros a nivel nacional es financiero. El límite lógico es la necesaria planeación que se requiere para que su funcionalidad sea aceptable y se eviten costosos yerros, como los que sucedieron en el Tren Maya durante la construcción en los tiempos de Javier May.
Pero ya sea el servicio prestado por los actuales concesionarios ferroviarios, otras empresas o las Fuerzas Armadas, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador (y quien le siga) tendrá que abrir la chequera para financiar estudios, obras de acondicionamiento, el “costo de oportunidad” al desplazar ferrocarriles cargueros, pagar convoyes adecuados y subsidiar el costo del boleto al público.
No queda la menor duda que Ferromex y Canadian Pacific Kansas City acatarán el decreto presidencial y el 15 de enero próximo entregarán sus propuestas; el susto que se llevó Germán El Buena Onda Larrea al serle expropiada la concesión entre Medias Aguas a Coatzacoalcos, también le sirvió a los consejeros de Keith E. Creel para “medirle el agua a los camotes” y tener claro que no es buena idea pelearse con quien dicta las reglas, por lo que será mejor llevar el tema en paz…, máxime que han endurecido los ánimos estatistas en Palacio Nacional.
En enero, los concesionarios expresarán que “sí le entramos”, pero “necesitamos dinero”, a lo cual López Obrador podría dar otro palmotazo y entregar mejor el servicio a la Sedena y a la Semar…, pero igual tendría que hacer cuantiosas inversiones en un momento de un muy escaso margen de maniobra presupuestal y con ingresos que mantienen bajo estrés a Rogelio Ramírez de la O, en la SHCP.
Algunos expertos, consultados por quien esto escribe, calculan que habilitar 140 convoyes para las 7 rutas objeto del decreto —a fin de mantener un número de corridas que pueda competir ante los autobuses y los automóviles— implicaría una inversión de unos 120 mil millones de pesos y entre 18 y 24 meses de espera; a ello habría que agregar un costo de conservación en vías, puentes y túneles, adaptaciones en sistemas de señalización y laderos que permitan a los convoyes alcanzar una velocidad media de 150 kilómetros por hora, así como subsidio al boleto al público (sólo hay dos sistemas de tren de pasajeros en el mundo) que podría significar unos 150 mil millones de pesos anuales cuando el sistema trabaje en su totalidad.
La planeación es, por tanto, tan relevante como la de encontrar las fuentes de ingresos y financiamiento para ello. De ahí la relevancia de que la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, a cargo de Jorge Nuño, realice actualmente el proyecto ejecutivo para el Tren México-Querétaro y tenga en la mira el proyecto ejecutivo del México-Veracruz.
Con calma y nos arrancamos.
CIIT da fallos para 5 parques industriales. Hablando de planeación, la noticia es que el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que encabeza el vicealmirante Raymundo Morales, asignó el primer paquete de parques industriales (denominados Polos de Desarrollo para el Bienestar, Podebi) conectados con el ferrocarril interoceánico. Aún está en proceso la elaboración detallada del anuncio a través del Diario Oficial de la Federación, pero ya existe un anuncio preliminar donde destaca que Mota Engil México, que encabeza José Miguel Bejos, ganó tres de los 5 primeros parques concursados, tomando posición estratégica en los litorales al llevarse los Coatzacoalcos I y II, así como el de Salina Cruz. Tierra adentro, ganó Grupo Constructor Urcedic el de San Juan Evangelista; en tanto que Grupo Profharmax y Transportes Comexa se llevan el de Texistepec.
Lanzan Tablero de Salud. En un notable esfuerzo de compilación, conciliación, estandarización estadística y creación de metodologías, FunSalud, que encabeza Héctor Valle, presentó el Tablero de Salud con 30 indicadores clave en torno a la Economía de la Salud y Curso de Vida, un tablero que permite contar con la primera base herramental de su tipo en que los diferentes actores del sector podrán encontrar un lenguaje común y cifras validadas (y en continua actualización) que contribuyan a que los tomadores de decisiones —empresariales y de Gobierno— cuenten con una lectura confiable de oportunidades y riesgos en materia de salud. El trabajo del equipo técnico de FunSalud y del Consejo Coordinador Empresarial, a cargo de Jaime Ponce y José Alarcón, sin duda brillante por su claridad y precisión.
No me voy y no me voy. Pues que la directora de regulación asimétrica del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), Adriana Williams, no quiere soltar el puesto, pese a que se lo ha pedido varias veces el presidente del organismo, Javier Juárez Mojica; la renuncia se exige luego que la jefa de Williams, Fernanda Arciniega —cuando era jefa de la Unidad de Cumplimiento— quedara fuera del IFT por dar carpetazo a una docena de investigaciones. Y que no se va o que ahora sí suelta toooda la sopa detrás de esa trama. ¿Y por qué mejor no la suelta de una vez?