EL ESPEJO

Trump y su permiso para abusar del poder

Leonardo Núñez González
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Leonardo Núñez González *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

Donald Trump regresará a la Casa Blanca por la puerta grande y con un resultado contundente que deja claro que es voluntad de la mayoría de votantes de Estados Unidos darle todo el poder al primer presidente que será un criminal convicto.

No sólo ganó el voto popular y un arrollador resultado del Colegio Electoral de 312 votos contra 226 de Kamala Harris, sino que Trump y los republicanos tendrán lo que se conoce como la trifecta: el control de la presidencia, la Cámara de Representantes y el Senado. Con estos elementos Trump tiene todas las cartas para ejercer el poder a plenitud, pero aún hay más.

A diferencia de su primera llegada a la presidencia, esta vez Trump ya cuenta con una Suprema Corte a modo en la que una mayoría de 6 de 9 jueces proviene de nombramientos de los republicanos y de los que 3 fueron nominados por el propio Trump. En el segundo mandato de Trump existirá la posibilidad de que el magnate nombre a otros dos jueces, pues Clarence Thomas y Samuel Alito, de 76 y 74 años, respectivamente, podrían retirarse para darle a Trump la oportunidad de nombrar sustitutos.

Ningún presidente desde Reagan hace cuatro décadas había podido nombrar más de 4 jueces. En este caso la mayoría conservadora se mantendría igual, 6 contra 3, pues ambos jueces fueron nombrados por republicanos en su momento, pero perduraría y dejaría sus efectos por varias décadas en la vida de Estados Unidos dado que los nuevos jueces serían mucho más jóvenes y podrán ocupar su asiento de por vida, haciendo que sostengan por muchos años los ideales del trumpismo en temas como la prohibición del aborto.

Así como en México estamos a punto de (re)descubrir cómo funciona un gobierno sin ningún tipo de restricción o contrapeso institucional al haber logrado destituir y próximamente capturar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en Estados Unidos Donald Trump comenzará el primer minuto de su mandato el 20 de enero de 2025 sin ninguna institución federal que pueda ponerle un límite.

Desde el 1.º de julio de este año la Corte Suprema estadounidense resolvió que Trump no podía ser juzgado por el asalto al Capitolio, en donde azuzó a la multitud que terminó con la muerte de 5 policías, pues según la mayoría de jueces republicanos, el presidente de Estados Unidos tiene inmunidad total y no puede ser perseguido por ningún delito que cometa mientras ejerce el cargo. Este permiso para abusar del poder, que nunca antes había sido entregado a un presidente, abre la puerta para que Trump ejecute realmente su sueño declarado de iniciar como “dictador por un día”, persiguiendo a sus críticos y lanzando impunemente el aparato del Estado contra todos aquellos que considere sus enemigos.

Los límites que quedarán a la voluntad de Trump son pocos, pues los últimos reductos de autonomía estarán en algunos estados por el federalismo de las entidades gobernadas por los demócratas, junto con la sociedad civil organizada y los periodistas. Pero veremos al sistema estadounidense, tan orgulloso de sus instituciones y democracia, llevado al límite con un presidente que no llega a aprender, sino a levantar el segundo piso de un régimen con pulsiones autoritarias que operará a imagen y semejanza de Trump.

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