BAJO SOSPECHA

La austeridad también en EU

Bibiana Belsasso. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Bibiana Belsasso. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

Las inundaciones que se han vivido en el centro y sur del estado de Texas, principalmente en el condado de Kerr, al noreste de San Antonio, Texas, han provocado una verdadera tragedia. Más de 100 personas han fallecido y por lo menos 170 están desaparecidas.

Las imágenes aéreas y satelitales son devastadoras, cientos de casas, escuelas y oficinas cubiertas por agua, personas atrapadas en sus propios hogares y caminos que han sido cubiertos por el lodo.

Tras el desbordamiento del río Guadalupe, que alcanzó más de 8 metros de altura en tan sólo 45 minutos, llegó el desastre. Además, en un fin de semana feriado por el 4 de julio, es día de asueto en Estados Unidos y mucha gente acampa en las orillas del río Guadalupe, lo que hizo que hubiera más afectados.

Lo más grave es que no hubo alerta previa de fuertes lluvias; si se hubiera dado aviso a la comunidad, muchos hubieran podido tomar precauciones y evitar la tragedia.

Hay un dato que no es menor, desde su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump ha reducido la nómina gubernamental, entre ellos, a trabajadores de protección civil.

También dieron de baja a expertos del Servicio Meteorológico Nacional (NWS por sus siglas en inglés), quienes dieron alertas poco útiles para que la gente desalojara la zona de riesgo y pudiera proteger sus hogares.

Y es que, en marzo pasado, en el sistema meteorológico de Estados Unidos hubo un recorte masivo de personal, entre ellos meteorólogos experimentados y especialistas en emergencias. Una decisión aprobada por Trump y ejecutada por la agencia DOGE, encargada de buscar eficiencia gubernamental a través de recortes y menos gasto, encabezada por el empresario Elon Musk, quien ya dejó ese cargo.

ASOMBRO TOTAL

Escombros EN un puente sobre el río Guadalupe, tras las inundaciones del 5 de julio.
Escombros EN un puente sobre el río Guadalupe, tras las inundaciones del 5 de julio. Foto›AP

En Estados Unidos está pasando lo mismo que en México, han despedido a la gente profesional y han contratado a personas con menos conocimiento, pero que trabajan por menos dinero. Eso paso en Austin y Houston, donde recientemente fueron despedidos meteorólogos y responsables de las oficinas locales. Esos puestos fueron ocupados por empleados con menos conocimientos.

Medios estadounidenses indican que, desde junio, el Servicio Meteorológico busca cubrir 150 vacantes que hasta la fecha no han sido ocupadas.

Los actuales trabajadores del Servicio Meteorológico desmienten que lo ocurrido en Texas tenga que ver con el tema de recorte de personal y aseguran que se trató de un fenómeno anormal, repentino, por la cantidad de agua que cayó en instantes y ocurrió en la noche y madrugada, momentos en que los habitantes están dormidos, apagan sus teléfonos y pocos se informan. Aseguran que hubo avisos con 12 horas de antelación sobre la posibilidad de lluvias intensas.

Todo esto sale a la luz cuando se ve el nuevo paquete económico que se ha enviado desde el gobierno federal, donde se quitan recursos a servicios como salud y protección civil y se le asigna un incremento al presupuesto de seguridad. Mientras las instituciones gubernamentales han descartado estas versiones indicando que: “la ley federal prohíbe que agencias federales utilicen sus fondos de manera discrecional. Que sólo pueden gastar la cantidad especificada en la ley y el dinero debe destinarse exclusivamente a lo que el Congreso estableció”.

Lo que sí es un hecho es que en su proyecto presupuestal 2025, Trump propuso un gasto federal mucho menor en pronósticos meteorológicos y una mayor dependencia de empresas privadas.

En tanto, la mayoría en la administración estatal, encabezada por el gobernador Greg Abbott, evita una confrontación directa con la administración federal de Trump, pues han sido aliados de partido y en muchos otros temas como la forma de tratar la migración, como las deportaciones masivas de migrantes ilegales o la construcción del muro fronterizo.

Algunos, en el gobierno local, sí advierten que los recortes han afectado las operaciones en el Servicio Meteorológico y otras agencias, porque no sólo es falta de personal, sino de recursos, y que no hubo una buena comunicación para alertar a las oficinas locales sobre las posibles inundaciones.

Funcionarios del condado de Kerr han reconocido que no existe un sistema de alerta que permita a los habitantes estar enterados a través de sus celulares, que todo es a través de mensajes en medios tradicionales y redes sociales, y cuando una tragedia pasa de madrugada, los sistemas de alertas no funcionan.

Estas mismas autoridades locales dicen que desde la administración pasada de Donald Trump, cuando hubo otro desastre natural, se buscó la forma de instalar un sistema de alerta que pudiera advertir sobre la crecida del río Guadalupe, el cual se estima costaría 54 mil millones de dólares, sin embargo, el proyecto fue negado por considerarse demasiado costoso.

Por lo pronto, Donald Trump ha criticado y ha calificado de despreciables a quienes cuestionan si la falta de personal está relacionada con el desastre en Texas.

El dato duro es que Trump ha puesto en la mesa desaparecer FEMA, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, que es responsable de ayudar a los estadounidenses a prepararse y recuperarse de desastres naturales.

Ha dicho que esa agencia cambiará de forma gradual después de la temporada de huracanes para entregar los recursos de forma directa, con el argumento de que los ciudadanos recibirán apoyos más rápido. Esto sin mostrar evidencias de que así suceda.

Mientras tanto, los fenómenos naturales no esperan: incendios, huracanes y olas de calor extremo siguen golpeando a Estados Unidos, cuya capacidad de respuesta se ve comprometida por la falta de recursos y personal.

Una nota informativa de CNN de abril pasado advertía que el gobierno de Trump planea cerrar laboratorios de investigación meteorológica y programas de investigación climática.

Era algo de esperarse, el presidente estadounidense ha manifestado en muchas ocasiones su menosprecio por los asuntos relacionados con el cambio climático.

Sin olvidar que no sólo se trata de recortes a las agencias como el Servicio Meteorológico o FEMA. La austeridad en Estados Unidos también puede ser muy costosa.

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