Uno de los mejores thrillers de los últimos 20 años está por fin disponible para cinéfilos y para aquellos en búsqueda de una buena historia.
El Aura (2005) está en el catálogo de HBO Max. Con todo y tono ominoso, no se la pueden perder.
La Patagonia es casi un continente aparte, formado por una gran variedad de ecosistemas. Hay glaciares, desiertos, bosques y una formidable abundancia de vegetación y de vida silvestre. Para muchos académicos y novelistas, la Patagonia ha sido imaginada como la parte más lejana del mundo, un gigantesco cacho de tierra que vaga en los sueños de los mortales, una mítica brújula ecológica que alberga una multitud de atmósferas y latitudes.

Góbers felices en el sorteo
Fabián Bielinsky fue un cineasta argentino dotado de una inmensa sensibilidad y de un talento inigualable. Trágicamente murió muy joven, pero nos dejó un gran legado cinematográfico. Ésta, su segunda y última película, El Aura, habita en el universo imaginario de la Patagonia.
El protagonista es un taxidermista epiléptico (el extraordinario Ricardo Darín), cuya soledad es su forma de vida, y su mente abrumada por el deseo de cometer el robo perfecto. Le dedica gran parte de su vida a imaginar cómo sería llevar a cabo cada pequeño detalle, minuciosamente planeado. Basándose en su meticulosa atención al detalle y su impecable memoria, nuestro protagonista está seguro de que, si quisiera, podría cometer el crimen perfecto. Ajeno a su trabajo y a la vida personal, decide abandonar la familiaridad de la ciudad de Buenos Aires para acompañar a un colega a los bosques de Bariloche. La excusa es ir a cazar, pero lo que realmente necesita es romper con la tediosa monotonía. La relación entre el taxidermista y su colega de trabajo, el macho alfa y el macho beta, nos muestra claramente que la mera actividad de cazar es una medida del concepto de la hombría y una reafirmación de sus instintos más básicos: un tema recurrente que define las reflexiones existenciales de la historia.
En lo profundo del bosque, se separan y nuestro protagonista sufre un ataque epiléptico. Bielinsky retrata este evento con una narrativa inquietante ilustrada por los movimientos de cámara, el diseño sonoro y la música original, evocando texturas y luces en un episodio transitorio, casi sobrenatural, afectando profundamente a nuestro protagonista. Es momentos después que se ve envuelto en un suceso mortal, donde él es responsable y lo que descubre lo lleva a desempeñar el rol con el que siempre había soñado... el de un criminal profesional.
Esta nueva realidad lo fascina. Lo mantiene en el límite y lo hace sentir más relevante que nunca.
Bielinsky, Darín y el resto del equipo creativo de El Aura develan los deseos más básicos y oscuros del ser humano. La adrenalina de vivir al límite de la oscuridad.
Vivir bajo la piel de un depredador.
La visión de Bielinsky es una obra maestra del género y qué mejor lugar que la Patagonia para contar esta historia.

