El dilema jurídico y moral del caso Assange

El dilema jurídico y moral del caso Assange
Por:
  • antoniof-columnista

“La libertad de expresión es decir

lo que la gente no quiere oír”

George Orwell

Hace algunos días iniciaron las audiencias del juicio contra Julian Assange, fundador de WikiLeaks, para determinar si es procedente su extradición a Estados Unidos, donde es acusado actualmente por dieciocho cargos, siendo uno de los más destacados haber hackeado las computadoras del gobierno, delito por el cual sólo le daban una pena máxima de cinco años de prisión, por lo que en mayo de 2019 ampliaron los cargos, incluido uno por violación a la Ley de Espionaje de 1917, con lo que podrían sumar hasta 175 años de prisión.

Todo empezó en diciembre de 2006, cuando Assange crea el sitio WikiLeaks, como una organización mediática internacional sin ánimo de lucro, publica informes anónimos y documentos filtrados con contenido de interés público y sensible, por lo que hoy cuenta con 1.2 millones de documentos.

El 25 de julio de 2010 los periódicos The Guardian, The New York Times y Der Spiegel, publicaron noventa y dos mil documentos de la guerra de Afganistán entre los años 2004 y 2009, mismos que les llegaron a través de WikiLeaks y sin pago alguno. En ellos se observan las víctimas civiles de los soldados de Estados Unidos, y las conexiones entre talibanes y el gobierno pakistaní, dejando al descubierto las tramas de la inteligencia de los Estados Unidos.

El 22 de octubre de 2010, WikiLeaks continúa con su bombardeo informativo y hace públicos los documentos de la guerra de Irak, documentos filtrados desde el propio Pentágono, en el que se revela el uso sistemático de la tortura, así como el número real de muertos civiles del país anfitrión, confirmando la ayuda de Irán a las milicias iraquíes, lo que le causó grandes críticas al gobierno de Estados Unidos; considerándose la mayor filtración de documentos clasificados de la historia.

Actualmente, el gobierno del Reino Unido enfrenta un gran dilema al tener que tomar la decisión de declarar procedente la extradición y entregar a Assange a la justicia norteamericana, donde seguramente le espera un juicio lleno de incertidumbre, ya que la mayoría de los cargos son fabricados ad hoc y con una condena para permanecer el resto de su vida en prisión, a menos que Trump lo indulte y con ello gane el voto del sector liberal, que le ayudaría en la reelección de noviembre próximo.

Al respecto, Massimo Moratti, director adjunto para  Europa de Amnistía Internacional, ha señalado que el juicio contra Assange tiene un efecto amedrentador sobre los profesionales de los medios de comunicación, y a quienes denuncian actuaciones gubernamentales indebidas y publican información crítica.

En los próximos días sabremos, de acuerdo al sentido de la resolución, si los gobiernos de Reino Unido y de los Estados Unidos tienen un mínimo respeto por la libertad de prensa, o si prefieren amordazar a toda persona que se atreva a evidenciar sus atrocidades y asumir los costos.