El impuesto por sargazo, un gran negocio

El impuesto por sargazo, un gran negocio
Por:
  • antoniof-columnista

“En este mundo no se puede estar seguro de nada,

salvo de la muerte y de los impuestos”

Benjamin Franklin

Desde finales de 2018 se generaron diversas noticias sobre el sargazo, palabra hasta entonces casi desconocida (es un género de macroalgas, de color pardo, tienen vesículas llenas de gas para mantenerse a flote y generar la fotosíntesis), mismo que invadió las playas de Quintana Roo, sobre toda la Riviera Maya y Cancún, generando un problema al hacer casi imposible a los turistas el ingreso al mar.

El problema fue tan comentado que hasta el Presidente Andrés Manuel López Obrador en una de sus mañaneras se refirió al asunto, proponiendo que la Secretaría de Marina realizaría labores de limpieza, para que con ello se calmara la desconfianza en visitar dichas playas, ya que por ello se preveía una baja en la afluencia turística en la zona.

Después de diversas acciones para detener y limpiar las playas de sargazo, donde los hoteleros y Secretaría de Marina fueron los que principalmente participaron en su retiro, los gobiernos municipales por su bajo presupuesto casi no ayudaron, por lo que se les ocurrió la brillante idea de establecer el cobro de un derecho ambiental destinado, en principio, para la limpieza de las playas de sargazo.

La estructura del cobro del derecho es muy sencilla, cada habitación de hotel paga por cada noche de ocupación la pequeña cantidad de 25 pesos o 1.5 dólares para los extranjeros, para establecer un fondo de financiamiento destinado a cubrir los gastos por la limpieza de sargazo de las playas.

La zona hotelera de Quintana Roo cuenta con un poco más de cien mil cuartos de hotel, si esto se multiplica por 25 pesos por noche nos da una cantidad de 2.5 millones de pesos por noche, por lo que se estima que en 2019 se recaudó más de cien millones de pesos, cantidad que se desconoce en qué y cómo se utilizó.

Pero lo más importante del problema del sargazo es que por causas naturales las corrientes de agua se lo llevaron, sin ninguna intervención o gasto, pero sin embargo, no se ve para cuando se cancele el pago del derecho, ¿o será que llegó para quedarse?, como muchos otros impuestos o derechos que en algún momento se establecieron por alguna causa especial y después de ello permanecieron, como fue la tenencia por el uso de auto.

Por lo anterior, podemos ver el ingenio de las autoridades de cómo un problema se convirtió en un negocio, ahora hay que pedir cuentas, informes y una rigurosa supervisión, pues las calles de la zona están destrozadas, la limpieza escasea y la inseguridad cada vez es mayor, por lo que si ya no hay sargazo el dichoso cobro puede servir para muchas otras cosas que pueden de verdad ayudar a la zona.