Arquitectura significativa

Arquitectura significativa
Por:
  • Gabriel-Merigo

En las próximas columnas a partir de este año nuevo y con la idea de promover la riqueza cultural arquitectónica que posee nuestro país, iremos presentando inmuebles significativos que todos los mexicanos debemos conocer para promover su conservación y garantizar su permanencia en beneficio de las próximas generaciones.

Sin llevar ningún orden cronológico daremos inicio a este reconocimiento con la arquitectura surgida después de la Revolución que ofrece una gama muy interesante de tipologías en su afán por deslindarse del régimen de Porfirio Díaz.

El colapso del porfirismo con la revolución social que cimbró el andamiaje sociocultural de esta dictadura, cuya expresión en las artes y particularmente en la arquitectura respondían a una marcada influencia europea, provocó la búsqueda de nuevos paradigmas que afirmaran el nacionalismo y la modernidad.

Entre la gran variedad de tendencias y criterios compositivos que surgieron de esta búsqueda de la postrevolución podríamos mencionar las que se inspiraban en motivos mesoamericanos, las que recreaban la arquitectura virreinal y las que respondían a modelos extranjeros contemporáneos. Aparecieron también otros que proliferaron en varias colonias de la Ciudad de México y en otras poblaciones del interior. Éstas fueron la versión californiana de la arquitectura virreinal (colonial californiana) y una modalidad decorativista, el “art déco”, también favorecida por la tendencia existente de recrear elementos de la arquitectura mesoamericana, particularmente maya.

Un ejemplo del ahora llamado “art déco” es el edificio construido en 1933 para la Asociación Cristiana Femenina, YWCA (Young Women Catholic Association) en la calle de Hamburgo No. 62 en el Centro de la Ciudad de México que responde a los lineamientos característicos de esa expresión y aunque volumétricamente no tiene mayor interés formal, la composición de sus fachadas es muy atractiva. El programa arquitectónico con el que fue concebido fue de carácter deportivo para alojar una alberca techada, albergue y espacios varios para las jóvenes de la comunidad católica inscritas a un bajo costo. La composición en general responde a una extensa decoración sobre muros masivos con bandas que acentúan la verticalidad y sobresalen en el nivel superior rematadas por trabes de concreto armado. La fachada presenta una estructura de concreto expuesta de claros divididos en tres por ventanas rectangulares, dando prioridad a las decoraciones que se exponen en altorrelieves de temas étnicos y provocando espacios introvertidos para mayor privacidad de las socias. La obra es de los arquitectos R.S. Gore y B.H. Adam y el responsable técnico el Ing. José A. Cuevas.

El inmueble se encontró hace varios años en un serio estado de deterioro ocasionado por la falta de mantenimiento, dados los escasos recursos económicos de la institución. Hubo que intervenirse para recuperar sus valores arquitectónicos originales, por lo que se ha reposicionado en la comunidad, lográndose que sea autosustentable y que se destine un recurso para su conservación, como ejemplo espléndido del “art déco” que corresponde a un momento histórico de gran importancia para nuestro país.