Actividad productiva: ¿pausa en la recuperación?

Actividad productiva: ¿pausa en la recuperación?
Por:
  • arturov-columnista

Dos bloques de información del segundo semestre incrementan las preocupaciones sobre el desempeño de la economía mexicana. Si bien, todavía existen elementos que sustentan un avance productivo mayor en lo que resta del año, se acentúan los riesgos a la baja.

En primer lugar, cifras del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE, proxi mensual del PIB) confirman ausencia de crecimiento en julio. La producción nacional acumulada al séptimo mes del año alcanza un magro incremento de 0.1% anual respecto al mismo periodo del año previo. En segundo lugar, datos de agosto de la balanza comercial fueron decepcionantes en el componente de importaciones asociadas al mercado interno, tanto en inversión como en consumo.

Al interior del IGAE se distinguen dos tendencias claramente opuestas: un continuo deterioro de la producción industrial, al mismo tiempo que se mantiene la tendencia de crecimiento en la producción de servicios. También contribuye marginalmente al crecimiento nacional el progresivo avance de la producción agropecuaria.

A pesar del balance negativo de las cifras de producción de julio, considero que no queda anulada la moderada tendencia de recuperación que se anticipa para el segundo semestre. La recuperación en la producción petrolera, el persistente crecimiento del consumo privado y la resistencia de las exportaciones manufactureras en Estados Unidos son los factores clave para la próxima y moderada reactivación productiva. En este sentido, el avance anual del IGAE, la industria y los servicios muestran un paulatino proceso de recuperación, aunque en la industria sólo se trata de una caída menos pronunciada.

En paralelo, se registran resultados mixtos con un sesgo negativo de la balanza comercial en agosto. Las compras de bienes de consumo, intermedios y de capital (sin contenido de petróleo) vuelven a reducirse en agosto respecto a los niveles del año anterior, lo que es sintomático de debilidad en la demanda interna. Por fortuna las exportaciones no petroleras continúan creciendo, ello a pesar de la evidente desaceleración del mercado de manufacturas de Estados Unidos, hecho que da cuenta de la creciente competitividad de los exportadores mexicanos.

En otro ámbito, la balanza comercial de agosto presenta un superávit de 775 millones de dólares, que más que por su monto, destaca por ser el primer saldo positivo para un mes de agosto en 22 años. Asimismo, acumulado al mismo mes, ha sido el saldo comercial más favorable en los últimos 23 años. La mejor posición de la balanza comercial apoya una mayor fortaleza del peso frente al dólar. Desafortunadamente esta mejor posición de las cuentas externas, tiene que ver principalmente con la debilidad económica.

Las cifras recientes no ayudan a mejorar el panorama de crecimiento para el segundo semestre del año. Si bien, todavía se anticipa un crecimiento del PIB para el promedio del año de alrededor de 0.5%, este pronóstico se ve cada vez más lejano, dado que se acentúan los riesgos negativos sobre el crecimiento económico.