Enaltecer a El Chapo

Enaltecer a El Chapo
Por:
  • bibiana_belsasso

La vida de Joaquín El Chapo Guzmán es alimentada todos los días por las historias contadas a través de libros, series, películas y telenovelas.

En ocasiones, Guzmán es mostrado como un hombre generoso, pero sólo con los suyos y mientras acaten sus órdenes; ha mantenido a lo largo de los años a gran parte de su comunidad, sobre todo en La Tuna, Badiraguato, de donde es oriundo. En las navidades daba regalos costosos a su gente, tradición que ha seguido su hijo Ovidio Guzmán López, quien en diciembre pasado realizó una posada para festejar la Navidad, en la que hubo conciertos en vivo y trascendió que se rifaron coches valuados en casi 20 mil dólares.

Un hombre que parecía que siempre ganaba, pudiéndose fugar dos veces de penales de máxima seguridad y de controlar uno de los principales imperios de la droga, hasta fue extraditado y juzgado en Estados Unidos.

En el municipio de Badiraguato en Sinaloa, que visitó el Presidente Andrés Manuel López Obrador, la gente lo quiere y protege. Antes de ser extraditado, cada vez que Guzmán Loera se quería esconder, lo hacía ahí o muy cerca, en la sierra donde tenía un cerco de protección importante.

Este fin de semana que María Consuelo Loera Pérez, madre de El Chapo, acudió a ver al Presidente López Obrador, durante su visita al municipio, y cuando el mandatario se acercó a la camioneta blanca en la que viajaba la madre del capo, la saludó de mano y aseguró que ya había recibido su carta. El mandatario también le dijo: “Te saludo, no te bajes”.

¿Qué habrán pensado muchos de los jóvenes que vieron esa escena?

Sin duda que el mensaje para muchos es que está bien ser narco, matar gente, extorsionar, secuestrar, hacer cosas atroces. El Presidente de la República, en plena etapa de contingencia por el Covid-19, no va a supervisar  los hospitales, los cuarteles que están acondicionando en la Sedena y mucho menos hablar con el doctor José Alonso Novelo, titular de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), en donde están atorados desde hace tiempo muchos permisos para medicamentos, pero ahora ante la crisis, tampoco han agilizado los permisos para poder importar y fabricar en México respiradores, fundamentales para poder sobrellevar esta pandemia. Él saluda a la mamá de El Chapo Guzmán.

Peligroso criminal

[caption id="attachment_1132257" align="alignnone" width="980"] El Exlíder del Cártel de Sinaloa (en la imagen) fue condenado en julio de 2019 a cadena perpetua más 30 años de prisión por una Corte de Distrito de Estados Unidos, por diversos cargos de narcotráfico. El pasado fin de semana, durante un recorrido por Badiraguato, de donde es originario el capo, el Presidente López Obrador saludó a María Consuelo Loera, mamá de Joaquín Guzmán, lo que le generó criticas de la oposición. En la carta que le envió al mandartario la mujer pidió al mandatario su intervención para repatriar a su hijo a una cárcel de México, y poder verlo de nuevo. Foto: Especial[/caption]

Es verdad, hay que tenerle respeto a los adultos mayores, como dijo el Presidente, pero la mamá de El Chapo, por lo menos, podemos decir que ocultó a su hijo en varias ocasiones cuando ya era el narcotraficante más buscado del mundo, teniendo miles de muertos en la espalda, y eso es un delito.

No podemos ignorar que Guzmán Loera fue el traficante de drogas más temido del mundo, responsable del 25 por ciento de la droga que pasa a Estados Unidos, causante de haber convertido en adictas a muchas personas, entre ellas niños que empiezan a consumir desde los 12 años, a quienes les ha literalmente arruinado la vida a ellos y sus familias.

Al Cártel de Sinaloa se le atribuyen más de 70 mil muertos en los últimos años.

Guzmán Loera y el Cártel de Sinaloa han hecho una fortuna construida sobre el comercio de drogas y sobre el terror. Secuestros, asesinatos, decapitaciones, contadas por miles a manos de sus escuadrones de la muerte. Un imperio implacable del miedo para hacer intocable al narco de los narcos.

El Chapo Guzmán consolidó su reinado transportando desde Colombia a Estados Unidos cientos de toneladas de cocaína, de mariguana y metanfetamina provenientes de México. Una carrera que construyó a lo largo de 30 años.

Hoy en Estados Unidos ha sido condenado a cadena perpetua, más 30 años de prisión.

Recordemos lo sucedido el jueves 17 de octubre en Culiacán, Sinaloa, cuando Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo, fue detenido por fuerzas federales y, más tarde, tuvo que ser puesto en libertad tras una reacción sumamente violenta nunca vista por parte del crimen organizado.

El Cártel de Sinaloa sitió la ciudad completa, tomó rehenes para mostrar su capacidad de fuego, e intentó incendiar un cuartel militar.

Hoy, Sinaloa está tranquilo; la razón no es que se haya controlado al Cártel de Sinaloa, sino que hay un solo grupo hegemónico que controla toda esa plaza. Los estados donde la problemática de seguridad es mucho más grave, es donde distintos grupos criminales luchan por el control y pelean con todo para quedarse con el negocio.

Mientras tanto, se siguen produciendo en ese lugar miles de dosis de fentanilo. Las autoridades estadounidenses aseguran que son por lo menos 20 mil dosis semanales las que llegan a su país producto del Cártel de Sinaloa.

Vivimos en un país donde hay más de 100 asesinatos al día, la inmensa mayoría, producto de ajustes de cuentas entre narcotraficantes, pero también porque los delincuentes secuestran, extorsionan y asesinan a muchos ciudadanos inocentes.

Para tener paz no podemos enaltecer la figura de estos hombres que tanto daño les han hecho a niños, niñas, mujeres y hombres, militares, marinos y policías. Porque, además con eso tampoco se logrará la paz.

Que el Presidente de la República salude con esa distinción a la mamá del hombre responsable de la muerte de miles de mexicanos, es enaltecer su figura.