La adicción al celular y el colapso de Internet

Tal y como lo hacen las personas cuando llegan a algún tratamiento de alcohólicos anónimos para tratar la adicción, el primer paso es reconocer que tienes un problema.

Yo soy Bibiana Belsasso, y tengo una adicción al celular. Quiero escribir esta columna porque estoy preocupada. Por mi trabajo, siempre he estado mucho tiempo con dispositivos electrónicos para tener toda la información, pero desde hace unas dos semanas que estoy trabajando prácticamente todo desde casa, el aumento del tiempo de uso de mi pantalla ha crecido de forma exponencial. No dejo de ver noticias, así sean las 4 de la madrugada, revisar el Twitter, o mis redes sociales. Como yo, están millones de personas.

Revisando las estadísticas, el uso desmedido de redes sociales se ha vuelto un peligro de adicción; y es que esta tendencia ya representaba una severa preocupación mucho antes de la pandemia. Aplicaciones como Facebook, Twitter, Instagram, WhatsApp, o Tik-Tok, se han convertido en parte esencial de la vida de millones de usuarios. Desde que inició la pandemia, los usuarios se han multiplicado; y es que estando en casa, hay mucho tiempo vacío que estamos llenando con nuestros teléfonos inteligentes; revisamos a cada minuto lo que sucede con los demás usuarios, notificaciones, mensajes, etiquetas, hashtags y likes.

Investigaciones de la Universidad de Glasgow, en Escocia, indican que el uso de Facebook en adolescentes, sobre todo antes de dormir, genera estrés y hasta depresión. En un análisis realizado por Juan Carlos Villalobos, especialista en comunicación y medios, señala que, aunque no existe un estudio formal, expertos coinciden en que la obsesión por revisar las cuentas sociales deteriora nuestra calidad de vida. Y aunque el Internet está resultando una gran herramienta para trabajar, estudiar, distraernos y acercarnos a nuestros familiares y amigos en estos días de confinamiento, la demanda parece haber sobrepasado su capacidad.

El estar conectados de forma virtual ha sido de gran utilidad, por ejemplo, para los niños que están tomando sus clases en línea, para no atrasarse en la escuela, o bien, la gente que trabaja, que puede seguir realizando sus labores de forma virtual, realizar pagos o transferencias, comprar en la red lo que necesitamos sin necesidad de salir del hogar, hacer ejercicio por medio de aplicaciones, o incluso, tener consultas virtuales con doctores o psicólogos.

El problema es que el uso desmedido de redes sociales ha multiplicado su actividad en los últimos días, por lo que aplicaciones han colapsado por ciertos periodos. El sitio especializado DownDetector ha reportado múltiples fallas en servicios web de Google, Microsoft, Facebook, así como espacios de entretenimiento como Spotify, Xbox. Google se vio afectado principalmente en EU, limitando el acceso de poco más de 70% de los usuarios a sus servicios y un 28% a los usuarios en buscador.

Uso desmedido

[caption id="attachment_1131572" align="alignnone" width="696"] algunas recomendaciones que hacen escuelas de Canadá y EU sobre el uso de celulares pueden aplicar en estudiantes, pero también a los adultos, pues su uso desmedido afecta la salud. Desde 2009 se observan las siguientes estadísticas: un fuerte descenso en los estudiantes que realizan actividades, por ejemplo, obtener una licencia de conducir y trabajar; salen menos; son menos independientes y confiados y luchan más para tomar decisiones. Desde 2011/12, la salud mental se ha deteriorado a medida que los celulares incursionaron masivamente en la cultura: los adolescentes pasan un promedio de 6 a 8 horas por día en redes sociales y 50% no duerme lo suficiente (menos de 7 horas) debido al uso de dispositivos. Desde 2012 entre los alumnos, la satisfacción con la vida ha disminuido y la tasa de depresión aumentado. Los estudios sobre el tiempo de pantalla indican que 1 a 2 horas por día es apropiado. Cada hora después genera un mayor daño, lo que sube después de 4 horas. Todos necesitan tener más contacto cara a cara, más horas de sueño y más ejercicio. Foto: AP[/caption]

De acuerdo con el vocero de la empresa, algunos usuarios experimentaron una alteración en el servicio como resultado de una falla en un router importante en uno de sus centros de datos en el sureste de EU, lo que ocasionó una congestión en la red. En el caso de YouTube, la plataforma limitó la calidad de video ante la intensa demanda.

También los servicios integrados de Microsoft han presentado fallas al conectar a servidores (48%) en Europa central y la costa noreste de EU.

En el caso de los videojuegos, la plataforma de EA Sports y la aplicación Pokémon GO, también ha presentado problemas de conexión a servidores afectando principalmente a Europa.

Spotify es otro de los que se ha presentado problemas con la reproducción de canciones, mientras que la plataforma Netflix ha presentado inconvenientes afectando principalmente a EU y Europa. Italia, el país europeo que más tiempo lleva en cuarentena, incrementó en las primeras semanas el tráfico de Internet en más de 70%, en gran parte generado por videojuegos multijugador en línea, como “Fortnite”. En el caso de España, tras la primera semana de confinamiento, el consumo de Internet se disparó hasta 80%.

En los últimos años, los operadores de telecomunicaciones han desplegado más kilómetros de fibra en España que en todo Alemania, Reino Unido, Francia e Italia juntas.

España cuenta con una de las mejores infraestructuras de red del mundo, cerca de 80% de la población tiene acceso a la fibra (FTTH y HFC), frente a 26% de media en Europa o 15% en EU.

La pandemia del Covid-19 tiene en jaque a todo el planeta; ni los adelantos médicos y tecnológicos han podido hacerle frente de una manera rápida y eficaz al virus.

Por ahora en México, las autoridades gubernamentales han pedido a los mexicanos suspensión de actividades no esenciales del 30 de marzo al 30 de abril, para no contagiarse y poder aplanar la ruta de contagio de este virus.

Pero el hecho de tener a millones de personas en sus hogares tiene consecuencias, que, si estamos conscientes, se pueden prevenir o apaciguar. Y la adicción al uso desmedido del celular es una de ellas.