Mejor sexo sin divorcio

Mejor sexo sin divorcio
Por:
  • bibiana_belsasso

¿Quiere mejorar su vida sexual y no divorciarse?  En los últimos años en México los divorcios van al alza. Si en 2010 fueron 86 mil, en 2013 la cifra fue de aproximadamente 109 mil y para 2017 el número se acercaba a 150 mil.

Para no ir lejos, 28 de cada 100 matrimonios termina en divorcio en México.

La situación a escala mundial es muy similar; por ejemplo, 37 alemanes de cada 100 terminan con su matrimonio, mientras que en el caso de los británicos la cifra aumenta a 39 por cada 100.

¿Cuántas veces no se despierta de pésimo humor, porque su pareja no la dejó dormir? Le quitó las cobijas, roncó, dejó la luz prendida hasta tarde o simplemente tuvo insomnio y no paró de dar vueltas en la cama, lo cual perturbó su sueño.

Y es que no lograr un sueño reparador trastoca nuestra vida.

Los expertos aseguran que para vivir felizmente junto a su ser amado y evitarse muchos problemas, dormir separados no sólo mejora la vida en pareja, sino también su vida sexual.

Se tiene la percepción que las parejas que duermen en alcobas separadas es porque su relación atraviesa problemas. Estudios serios afirman lo contrario, esas parejas que descansan, cuando se encuentran, tienen relaciones sexuales muy satisfactorias.

De acuerdo con la doctora Amanda Zayde, psicóloga clínica de Nueva York, el sueño de las personas afecta su estado de ánimo del día siguiente, pues cuando alguien no duerme lo suficiente está de mal humor, se muestra impaciente y le cuesta moderar las emociones.

Los malos hábitos de sueño pueden aumentar la producción de cortisol, la hormona del estrés.

Por ello, según especialistas, dormir en camas separadas puede traer beneficios tanto fisiológicos como emocionales. Estudios de la National Sleep Foundation revelan que una de cada cuatro parejas estadounidenses ya duerme en habitaciones o camas separadas, situación similar se vive en países como Inglaterra o Japón.

Los estudiosos del sueño aseguran que, para un mejor descanso, lo ideal es dormir en camas distintas. De acuerdo con el experto británico Neil Stanley, quienes duermen en camas separadas tienen 50% menos posibilidades de sufrir una crisis en su relación.

Sobre el tema de la vida sexual de las parejas, Diana Fernández Saro, miembro de la Asociación Estatal de Profesionales de la Sexología (AEPS), asegura que en dicho “modelo” de convivencia lo importante es la comunicación: “cada pareja tiene sus códigos en la intimidad, lo importante es que ambos expresen sus necesidades (…). Dormir separados no es estar separados, igual que yacer juntos no significa estar juntos”.

El descanso, una puerta al amor

[caption id="attachment_1005138" align="alignnone" width="696"] La falta de sueño reparador propicia distracción, ansiedad e incluso depresión; por el contrario, alcanzarlo de manera reparadora aumenta la energía y mejora los vínculos de las parejas. En la imagen, novios en la Alameda. Foto: Cuartoscuro[/caption]

Estudios en Reino Unido revelan que 38% de las uniones británicas que tomó la decisión de irse a su propia cama después de haberla compartido, aseguró que sus relaciones sexuales habían mejorado.

Para el especialista en psicología conductual del Instituto del Sueño, Eguzquiza Solís, “fisiológicamente dormir en pareja dificulta el sueño, ya que nos genera microdespertares. Por tanto, si dormimos en pareja, en realidad lo hacemos más por motivos emocionales que por comodidad”.

Para la psicóloga Francina Bou, “el sexo trasciende a lo que es la cama. Las parejas que suelen tener una vida sexual más rica emplean otros lugares para sus encuentros: la ducha, la cocina, el sofá (…). El principal enemigo de la vida sexual es la rutina y en ese sentido dormir separados puede servir para alargar la sorpresa”.

La empresa de colchones Silentnight y la Universidad de Leeds, en Reino Unido, realizaron una encuesta a un grupo de personas sobre las razones por las que no podían dormir: 29% acusó a su pareja de no dejarle conciliar el sueño.

Pero eso no es todo, los análisis van más allá. De acuerdo a un estudio publicado en 2007 en la revista Sleep and Biological Rhythms sobre el efecto de dormir en pareja en la estructura del sueño, las mujeres son más proclives a molestarse con la presencia del hombre en la cama.

Pero los beneficios de esa alternativa no son sólo un mejor entendimiento entre las parejas, dormir separados puede mejorar “la calidad de los tiempos de intimidad compartidos, así como los encuentros eróticos”, de acuerdo con la sexóloga Fernández Saro.

Se sabe que la Reina Isabel II de Inglaterra y su marido, el príncipe Felipe, lo hacen; es más, según una encuesta realizada en 2015 por la Fundación Nacional del Sueño de Reino Unido, una de cada cuatro parejas duerme en habitaciones o camas separadas.

Pero ésta no es una tendencia tan innovadora como uno lo podría creer. Si hacemos un viaje en la historia, podemos conocer que ésta era una práctica común.

De acuerdo con el profesor de Historia de Virginia Tech, Roger Ekirch, en la época de la Revolución Industrial familias enteras sí compartían las recámaras, pero más como una sensación de protección, además de ser una alternativa más económica, pero los reyes y nobles, quienes vivían en castillos que los blindaban de los peligros nocturnos, dormían en lujosas alcobas separadas.

Diversos historiadores han relatado que antes de la época victoriana era común que los casados durmieran en habitaciones distintas, mientras que, en la antigua Roma, la cama era sólo un lugar para mantener relaciones sexuales, y no para conciliar el sueño con la pareja.

Y es que, si creen que por no estar cansados se tiene menos sexo, se equivocan.

Las mujeres mayores de 50 años de edad, que duermen menos de siete horas diarias, reportan ser menos activas sexualmente que las que durmieron más, un conflicto que aumenta con la edad.

Los desórdenes del sueño también pueden interferir en el sexo. Los investigadores sugieren que los hombres con síndrome de apnea obstructiva, una condición que implica que ronquen y tengan dificultades para respirar, tienen niveles menores de actividad sexual, posiblemente porque producen inferiores cantidades de testosterona.

Esta tesis aplica también para los jóvenes. Otro estudio realizado entre estudiantes universitarios da como resultado que aquéllos que duermen mejor, muestran un mayor deseo sexual, más lubricación vaginal y 14% de aumento de posibilidades de estar excitado al día siguiente.

Así que ya sabe, si quiere mejorar su vida sexual, duerma bien.