2020, nuevos salarios, precios e impuestos

2020, nuevos salarios, precios e impuestos
Por:
  • Carlos Urdiales

2020 despertó informativamente con el aviso de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), sobre los ajustes al alza de grandes marcas productoras de alimentos procesados como Bimbo, Gamesa, Sabritas, Barcel, Alpura, Lala, Modelo, Nestlé y Tía Rosa que, a su juicio, pulveriza el histórico aumento de 20 por ciento a los salarios mínimos celebrado al cierre de 2019.

También el año de estreno trae un debate sobre quiénes y por qué suben los impuestos. La austeridad republicana de la 4T, sus recortes y economías han servido de pretexto para que algunos gobernantes “expliquen” los nuevos tributos locales sobre predial, impuesto a nóminas, sobre bebidas alcohólicas y sorteos.

Ayer, el Presidente López Obrador aclaró que el Gobierno federal ha entregado participaciones a los estados en tiempo y forma, algo distinto sería violatorio de la Ley. Explicó que en varios casos las finanzas públicas sufren las consecuencias de endeudamientos anteriores y del persistente derroche de dinero público, por lo tanto, recomendó ajustarse a la austeridad republicana con la cual la 4T predica.

Cuesta de enero que comienza entre ánimos cruzados, quienes ven estabilidad macroeconómica y quienes atisban nubarrones en la micro, en esas finanzas domésticas que tanto importan al Presidente López Obrador.

TEO sí, Texcoco no. El 24 de diciembre el Presidente López Obrador inauguró el Túnel Emisor Oriente (TEO) en la CDMX, obra de infraestructura hidráulica mayúscula que tardó 11 años en construirse, megadrenaje de 7 metros de diámetro, 62 kilómetros de longitud que corre a profundidades de hasta 150 metros en el que gobiernos estatales y el federal gastaron 33.8 mil millones de pesos y que beneficiará a más de 21 millones de personas.

Acompañaron al Presidente los gobernadores priistas de Hidalgo y Estado de México, la morenista Claudia Sheinbaum, el empresario Carlos Slim y otros convidados. Ahí López Obrador reconoció que a su administración correspondió la última etapa, la menos compleja; exaltó el valor de un trabajo transexenal tanto a nivel federal como de las entidades que en ella participaron, habló de cooperación.

“Se trata de una obra iniciada en 2008, es una obra que la iniciaron los servidores públicos durante el gobierno de Felipe Calderón, se continuó en el sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto y a nosotros nos tocó lo menos, ya fue el terminar, el concluir la obra, en este último año”, dijo AMLO desde Huehuetoca, Estado de México, y añadió: “es una obra que por eso representa la continuidad y al mismo tiempo el cambio, se puede trabajar de esa manera”, finalizó.

El acento del Presidente en los conceptos “continuidad y cambio” animan una vez más el debate sobre el nuevo aeropuerto en Texcoco (NAIM). ¿Por qué en el TEO sí se pudo y en el NAIM no? La infraestructura del país, presas, hidroeléctricas, refinerías, puertos, autopistas, grandes pasos elevados o deprimidos suelen consumir años y recursos que no respetan fronteras administrativas o sexenales.

¿Pudo o no la 4T limpiar contratos y la periferia de intereses corruptos alrededor de una megaobra como la del NAIM? o ¿prefirió ahogar 100 mil millones de pesos (tres TEO juntos) con tal de no vincularse históricamente con el anterior gobierno? Nunca se sabrá; el insistente discurso presidencial sobre una obra faraónica de imposible factura no elimina las dudas que perdurarán más allá de la misma 4T.

La cancelación del NAIM y la decisión de construir un complejo de aeródromos entre Santa Lucía, Toluca y el vetusto AICM canceló para el país la posibilidad de cosechar una obra a favor de millones de usuarios y beneficiarios indirectos de un nodo aéreo moderno y por ende funcional.

En el TEO se pudo, en el NAIM no. La decisión está tomada y salvo que las cosas a la Secretaría de la Defensa le salgan muy mal en su faceta de contratista constructor favorito del sexenio, el aeropuerto General Felipe Ángeles, en Santa Lucía, estará listo seguramente fuera de tiempo (21 de marzo de 2022) pero terminado al fin, antes que se acabe el sexenio. No habrá marcha atrás y la duda perdurará, ¿por qué en el TEO sí y en el NAIM no?