Covid-19, datos sin “otros datos”

Covid-19, datos sin “otros datos”
Por:
  • Carlos Urdiales

Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS): La pandemia de Covid-19 tardó 3 meses en alcanzar 100 mil contagios, únicamente 12 días en duplicarla. En el mundo los muertos superan 10 mil. Para la OMS, el ritmo de expansión es la típica —y temible— curva de dispersión de una epidemia global.

En Italia ayer murieron 627 personas. La OMS llama a la comunidad internacional a redoblar esfuerzos, a los gobiernos a realizar más pruebas de detección y diagnóstico o de lo contrario, las medidas adoptadas serán erróneas, poco efectivas. Si no sabemos contra qué luchamos será imposible actuar en consecuencia.

La OMS ofrece ayudar a países que no puedan aplicar pruebas masivas. Ayer, su portavoz, Christian Lindmeier, dijo que se deben tratar al mayor número posible de pacientes para lo cual es indispensable acelerar la producción de ventiladores pulmonares, continuar el desarrollo de medicamentos y la investigación para hallar la vacuna que interrumpa la propagación del Covid-19.

No hay otros datos con más respaldo científico que los de la OMS. A esos parámetros apuesta México para enfrentar, la próxima semana, el ingreso nacional a la fase 2 con un incremento sustancial de casos por contagio comunitario. La Secretaría de Salud estima que habrá 10 mil 500 casos muy graves que deberán ser canalizados a terapia intensiva.

La pregunta que todos se hacen dentro y fuera del sector salud es si en realidad, como afirman las autoridades, tenemos suficiente equipo e insumos. Las respuestas con discursos y llamados a tener fe en la administración federal carecen de datos sobre inventarios nacionales.

En las últimas 72 horas trabajadores, enfermeras y médicos del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), de la Clínica 27 del IMSS y del Hospital Regional 1 del mismo Seguro Social realizaron bloqueos frente a sus instalaciones en demanda de protocolos, información y enseres elementales para garantizar tanto su protección como su capacidad de atención. Las conferencias oficiales no alcanzan a informar ni a responder sobre el tema nuclear de esta preocupación colectiva

¿Tiene México la capacidad para hacer frente a la pandemia por Covid-19? Ayer el Presidente garantizó fortaleza económica, mando y gobernabilidad al tiempo informó de los preparativos del Plan DN-III y Plan Marina.

La frontera de nuestro país con Estados Unidos fue cerrada a cruces no esenciales. El canciller Marcelo Ebrard logró, junto con el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, cuidar las formas —y el fondo— del anuncio de ayer desde la Casa Blanca; contener flujos migratorios reduciéndolos estrictamente a lo comercial, legal, médico y académico.

La Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, llamó a los capitalinos a no salir de sus casas a menos que sea necesario. Las autoridades sanitarias se reúnen para afinar estrategias graduales; los voceros se esfuerzan por multiplicar los llamados a la sana distancia social, al confinamiento preventivo, a dar certeza sobre abasto de comida y servicios; el sector bancario lo mismo.

En el aceptable desempeño hasta el momento del Gobierno, lo único que desentona son las actitudes rebeldes, desobedientes, inexplicables del Presidente López Obrador. El liderazgo moral del que hace gala se erosiona sin remedio gracias a desplantes absurdos como saludar, besar, rechazar el gel antibacterial.

Enkoll, casa encuestadora que dirige Heidi Osuna mide que el 62 por ciento de la población no está de acuerdo con el manejo presidencial de la crisis.

En el terreno de lo económico, las autoridades cuidan hasta el límite de lo prudente preservar la mayor cantidad de actividades económicas, sin embargo, llegó la hora de planear el siguiente paso; la reactivación, ayuda y rescate de amplios sectores productivos y de servicios; restaurantes, hoteles, comercios de todo; iniciamos el periodo de cuarentena nacional con devaluación del peso, del petróleo y del mercado de valores.

Los pronósticos que apuntan decrecimiento del PIB para 2020 oscilan entre menos 1 y menos 4.5 por ciento. JP Morgan prevé para el segundo trimestre del año una contracción de 15.5 por ciento. Las medidas contracíclicas a las que urge el Consejo Coordinador Empresarial en materia impositiva y la renuncia a la meta gubernamental de un superávit primario de 1 por ciento en el presupuesto federal cobran sentido.